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El caza furtivo J-20 de China aún no puede igualar al F-35

5 de julio de 2025
F-35 supera a J-20 en fusión de sensores para combate

El Chengdu J-20, caza furtivo chino, presenta limitaciones en sigilo y versatilidad frente al F-35 estadounidense, según análisis técnicos recientes.

Comparativa de cazas furtivos: J-20 vs F-35

El Chengdu J-20, denominado “Mighty Dragon”, entró en servicio con la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) en 2017, tras haber realizado su primer vuelo en 2011. Este caza de quinta generación forma parte del intento de China por desarrollar un avión furtivo que compita con los diseños occidentales. Por su parte, el Lockheed Martin F-35 Lightning II, operativo desde 2015, es un caza polivalente que combina sigilo avanzado, integración de sensores y capacidades multimisión. Desde su entrada en servicio, el F-35 ha sido incorporado por múltiples países aliados de Estados Unidos, con más de 1,000 unidades entregadas hasta 2025.

El J-20, con su configuración de doble motor y diseño de canard-delta, prioriza la velocidad y el alcance. Alcanza una velocidad máxima de Mach 2.0 y un rango de aproximadamente 3,400 km. Sin embargo, su diseño reduce el nivel de sigilo, especialmente en el aspecto trasero, donde su sección transversal de radar (RCS) es mayor que la del F-35. El F-35, con un solo motor Pratt & Whitney F135, alcanza una velocidad máxima de Mach 1.6. Su RCS estimada, comparable al tamaño de una pelota de golf (0.0015 m²), lo ubica entre los aviones menos detectables en operación.

En 2023, imágenes satelitales revelaron el despliegue de al menos 12 brigadas de J-20 en bases aéreas chinas próximas al estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional. China produjo aproximadamente 250 J-20 hasta mayo de 2024, lo que representa un incremento respecto a los 150 estimados en 2020. Mientras tanto, el programa F-35 entregó aeronaves a 17 países, entre ellos Japón, Australia y Corea del Sur, con el objetivo de aumentar la interoperabilidad en la región del Indo-Pacífico.

El J-20 integra un radar de matriz activa de escaneo electrónico (AESA) y sensores electroópticos, como el sistema EOTS-89 y el EORD-31, con capacidad de detección omnidireccional. Sin embargo, el F-35 está equipado con el AN/AAQ-37 Distributed Aperture System (DAS), que ofrece cobertura de 360 grados, y el Electro-Optical Targeting System (EOTS), diseñado para efectuar ataques de precisión. Estas tecnologías permiten que el F-35 integre datos en tiempo real con otros activos, como drones y sistemas de mando, y superen las capacidades de red del J-20.

Lockheed impulsa un F-35 mejorado para rivalizar con el F-47
Imagen de archivo de un Lockheed Martin F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de EE. UU. (Foto de la Fuerza Aérea de los EE. UU. por el aviador superior Jack Rodgers)

Datos clave sobre J-20 y F-35

  • J-20: Velocidad máxima Mach 2.0, alcance de 3,400 km, RCS estimada mayor en aspecto trasero.
  • F-35: Velocidad máxima Mach 1.6, alcance de 2,200 km, RCS de 0.0015 m², con menores firmas en los ángulos frontal y lateral.
  • Producción: Aproximadamente 250 J-20 en servicio (2024); más de 1,000 F-35 entregados a nivel mundial.
  • Armamento: J-20 porta misiles PL-15 en bahías internas; F-35 puede portar bombas aire-tierra en compartimentos internos.
  • Operadores: J-20 exclusivo de China; F-35 en servicio en 17 países.

Limitaciones de sigilo y armamento del J-20

El diseño del J-20 incorpora elementos dirigidos a reducir su firma de radar, como compartimentos internos para armamento y materiales absorbentes de radar. No obstante, los canards en la parte frontal del fuselaje incrementan su RCS en los ángulos traseros y laterales. Un informe de Aviation Week en 2021 indicó que el sigilo del J-20 supera al del Sukhoi Su-57 ruso en la sección frontal, pero permanece por debajo del F-35 en todas las perspectivas. Las versiones más recientes del J-20 han reducido su RCS, aunque aún no igualan al nivel alcanzado por el F-35, cuya fabricación emplea técnicas como soldadura por láser y una mayor proporción de materiales compuestos.

El J-20 está configurado para ejecutar misiones de superioridad aérea, con capacidad para portar misiles aire-aire de largo alcance como el PL-15. No obstante, carece de la capacidad para portar bombas aire-tierra en sus compartimentos internos, lo que restringe su desempeño en misiones de ataque terrestre. En cambio, el F-35 dispone de espacio interno para armamento variado, incluyendo bombas guiadas por láser y misiles aire-tierra. Esta configuración le permite realizar misiones de ataque en profundidad, supresión de defensas antiaéreas y reconocimiento.

China exhibe los detalles más reveladores del J-20
J-20

Durante 2023, pruebas realizadas en Chengdu utilizaron un J-20 con motores WS-15, una mejora en relación con los modelos WS-10C. Estos motores proporcionan mayor empuje y la capacidad de alcanzar velocidad supersónica sostenida sin postquemadores. El F-35, si bien no incluye esta capacidad, presenta ventajas en eficiencia de combustible y guerra electrónica, al incorporar un sistema de interferencia que no está presente de forma nativa en el J-20.

Doctrina operacional y restricciones del J-20

La PLAAF integró el J-20 en ejercicios avanzados de instrucción, entre ellos simulaciones de enfrentamientos contra cazas furtivos como el F-35 en 2023. Estas maniobras mostraron que el J-20 puede funcionar en ambientes con alta interferencia electromagnética mediante el uso de su radar AESA y sensores pasivos. No obstante, la estructura de mando centralizada de la PLAAF reduce la autonomía de los pilotos, lo que impide decisiones tácticas inmediatas. Esta limitación contrasta con la doctrina de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y sus aliados, donde los pilotos del F-35 reciben capacitación para gestionar el entorno de combate y coordinar elementos aéreos y terrestres.

El F-35 se encuentra integrado en redes de combate centradas en datos, como el Link 16, que habilita el intercambio de información en tiempo real con otras aeronaves, buques y sistemas de defensa. Esta conectividad es esencial para su uso en conflictos de alta intensidad. Aunque China trabaja en redes similares, como el Sistema de Mando y Control Conjunto, la integración del J-20 en esas estructuras aún se encuentra en una etapa menos avanzada, lo que limita su funcionalidad en entornos de combate complejos.

Avances y desafíos en la producción de cazas furtivos

El F-35 fusiona sensores y convierte al piloto en un nodo de guerra

China ha incrementado la fabricación del J-20, con nuevas plantas en Chengdu que pueden completar decenas de unidades anualmente. En 2024, el J-20 se presentó en el China International Aviation & Aerospace Exhibition. Sin embargo, la dependencia inicial de motores rusos AL-31F y las demoras en el desarrollo del WS-15 influyeron negativamente en la producción durante años anteriores. Actualmente, el WS-15 está en proceso de integración, con al menos dos prototipos de J-20 que realizaron vuelos con este motor en 2023.

El programa F-35, aunque experimenta dificultades en mantenimiento, alcanzó una cadencia estable de producción, con Lockheed Martin entregando más de 150 aviones por año. Un informe de la Government Accountability Office (GAO) en 2024 indicó que la tasa de disponibilidad operativa del F-35A fue del 55.7% en 2023, un leve incremento respecto al 53.1% registrado en 2022. A pesar de estos inconvenientes, el F-35 ha probado su funcionalidad en operaciones reales desde 2018, incluidas misiones de combate en Oriente Medio.

El J-20 ha sido posicionado en zonas de valor estratégico, como la Línea de Control Actual con India y bases en el mar de China Meridional. Esta presencia forma parte del despliegue regional chino en el Indo-Pacífico. Sin embargo, la falta de participación en escenarios reales de combate limita la evaluación objetiva del J-20 frente al F-35, que sí ha sido empleado en conflictos como los de Irak y Siria. Además, el hecho de que el J-20 no disponga de cañón indica que no está configurado para combate aéreo cercano, a diferencia del F-35, cuya versión A incorpora un cañón de 25 mm.

En materia de exportación, el F-35 fue adquirido por países aliados de Estados Unidos con el propósito de mejorar la interoperabilidad en la OTAN y en el Indo-Pacífico. Por el contrario, China no ha comercializado el J-20, manteniéndolo como aeronave exclusiva de la PLAAF.

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