La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su indignación por el cruel asesinato de Bruno, un sabueso de siete años que murió tras ingerir salchichas llenas de clavos arrojadas en su perrera. El hecho ocurrió durante la noche en un centro de entrenamiento cerca de Taranto, en la región de Apulia, al sur de Italia.
Meloni, quien en 2022 fue fotografiada junto al animal, lo describió como un “acto vil, cobarde e inaceptable” en una publicación en Facebook. “Gracias por todo lo que hiciste, Bruno”, añadió, rindiendo homenaje al perro que salvó numerosas vidas.
El domingo, Bruno fue hallado en un charco de sangre en el centro de entrenamiento canino. Su entrenador, Arcangelo Caressa, relató que el animal sufrió una muerte agónica de varias horas debido a una hemorragia interna. Caressa, devastado, prometió encontrar a los responsables.
En redes sociales, compartió imágenes del cebo con clavos hallado cerca del cuerpo de Bruno y escribió: “Esta mañana morí junto a ti. Luchaste toda tu vida para salvar a los humanos y ahora fue un humano el que te hizo esto. Pagarán, lo juro”.
Bruno destacó por su labor en la búsqueda de personas desaparecidas en Apulia, contribuyendo a localizar a nueve individuos, incluidos pacientes de Alzheimer que se habían extraviado. Familiares de las personas rescatadas enviaron mensajes de condolencia tras la tragedia.
Además, el perro participó en misiones contra el maltrato animal y desmanteló redes de peleas de perros ilegales, lo que podría haber motivado el ataque. Las autoridades sospechan que criminales, afectados por las acciones de Bruno junto a las fuerzas del orden, podrían estar detrás del asesinato.
Los fiscales iniciaron una investigación, y los detectives analizan imágenes de cámaras de seguridad del centro para identificar a los culpables. Desde el 1 de julio, Italia cuenta con una nueva ley contra la crueldad animal, impulsada por la política Michela Vittoria Brambilla, que establece penas de hasta cuatro años de prisión y multas de 60.000 euros por matar animales con crueldad. Brambilla exigió que se aplique con rigor en este caso. “Un cebo lleno de clavos dio una muerte horrible a quien había salvado tantas vidas. Ante tal crueldad, uno debería avergonzarse de ser humano”, afirmó.
El alcalde de Taranto, Piero Bitetti, condenó el acto y pidió justicia rápida. “Juntos debemos dar una señal fuerte: no permitiremos que Tarento sea identificada con esta barbarie. Nuestra comunidad es unida, respetuosa y civilizada”, declaró. Mientras tanto, el Centro Nacional de Adiestramiento Canino recibió numerosos mensajes de condolencia. Bruno, cuyo olfato mil veces más potente que el humano lo convirtió en un héroe, deja un legado de valentía y servicio.