Benjamin Netanyahu reconoció que el debilitamiento de Irán y sus aliados regionales ha generado condiciones propicias para avanzar hacia “la estabilidad, la seguridad y, finalmente, la paz”. Así respondió el primer ministro israelí cuando fue consultado sobre su percepción frente al acercamiento acelerado entre Estados Unidos y el gobierno sirio del presidente Ahmed al-Sharaa, un giro diplomático que ha contrastado con la cautela expresada por Israel en los últimos meses.
Netanyahu valoró la apertura de un canal de comunicación entre Washington y Damasco, atribuyendo al presidente estadounidense, Donald Trump, el mérito de haber creado ese nuevo espacio de interlocución. No obstante, evitó confirmar si Israel está implicado en negociaciones bilaterales con el gobierno sirio. Hasta el momento, solo se ha reconocido públicamente la existencia de canales indirectos.
Durante una comparecencia ante los medios, Trump afirmó que levantó las sanciones de Estados Unidos contra Siria tras recibir solicitudes de varios gobiernos, “incluido Bibi”. Aunque informes anteriores sugerían que Netanyahu desconocía la inminencia de esa decisión, el presidente estadounidense indicó que su determinación se basó también en la impresión positiva que le dejó su encuentro con Sharaa en mayo. “Quería darle una oportunidad”, declaró Trump.
Las autoridades israelíes habían mantenido una posición crítica frente al liderazgo sirio. Tanto el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, como el ministro de Defensa, Israel Katz, habían calificado al presidente Sharaa como un “terrorista con traje”. Sin embargo, ese discurso ha sido abandonado de forma progresiva en paralelo al cambio de orientación diplomática de Estados Unidos hacia Damasco.
Trump también expresó su aspiración de adoptar una política similar respecto a Irán en el futuro. “Me gustaría ver a Irán reconstruirse de manera pacífica, y no ir por ahí diciendo ‘Muerte a Estados Unidos, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel’, como estaban haciendo”, afirmó. En su opinión, Irán ha dejado de comportarse como “los matones de Oriente Medio”.
El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, intervino a petición del presidente y respaldó plenamente el enfoque de Trump hacia Siria. “Se acercó al nuevo gobierno sirio, sabiendo que necesitaban un socio y sabiendo que podían elegir al socio equivocado”, explicó. Huckabee añadió que la decisión de Trump sorprendió incluso a sus colaboradores cercanos y consideró que “ha creado algo que es absolutamente histórico”.