Los barcos comerciales que siguen operando en el mar Rojo han comenzado a declarar su nacionalidad y religión en sus sistemas públicos de rastreo con el objetivo de disuadir posibles ataques por parte de los hutíes de Yemen, una organización respaldada por Irán.
Desde noviembre de 2023, cuando comenzaron los ataques hutíes frente a la costa de Yemen, el tráfico marítimo por el mar Rojo ha disminuido de forma notable. Los hutíes, alineados con Irán, justificaron su ofensiva como una muestra de solidaridad con los palestinos en la guerra de Gaza. Esta semana, el grupo reiteró su veto a cualquier embarcación que traslade productos vinculados a Israel.
Diversos buques que transitan por el sur del mar Rojo y el estrecho de Bab al-Mandab han incorporado mensajes a sus perfiles de seguimiento público, accesibles mediante plataformas como MarineTraffic y LSEG Ship-Tracking AIS. Los textos indican, por ejemplo, que la tripulación es completamente musulmana o que los buques tienen tripulación y dirección chinas, además de contar con guardias armados a bordo Un análisis mostró que las flotas de los dos barcos hundidos esta semana habían recalado en puertos israelíes durante el último año.
Otras fuentes advirtieron que, incluso reforzando los procesos de verificación respecto a vínculos indirectos con Israel, el riesgo de ataques en la zona sigue siendo elevado. En marzo de 2024, los hutíes atacaron el petrolero chino Huang Pu con misiles balísticos, a pesar de haber declarado anteriormente que no agredirían buques chinos, según informó el Comando Central de Estados Unidos.
Los hutíes también han dirigido ataques contra barcos que mantienen relaciones comerciales con Rusia. El corredor de seguros Aon señaló que, pese a los anuncios de alto el fuego, el mar Rojo y el estrecho de Bab al-Mandab continúan clasificados como zonas de alto riesgo. En un informe reciente, afirmó que “la supervisión continua y las medidas de seguridad adaptables son esenciales para los operadores de buques”.
El grupo, que controla vastas zonas del territorio yemení sin ser reconocido como gobierno legítimo, acordó un alto el fuego con Estados Unidos en mayo y suspendió temporalmente sus ataques contra embarcaciones comerciales. Sin embargo, ha continuado lanzando misiles balísticos contra Israel, acción que excluyó del acuerdo de cese al fuego.
El precio del seguro para el transporte de mercancías por el mar Rojo ha superado el doble de su valor habitual desde los ataques de esta semana. Algunas aseguradoras suspendieron la cobertura para determinados trayectos. El número de salidas diarias a través del estrecho, puerta de entrada al golfo de Adén, fue de 35 buques el 10 de julio y 32 el 9 de julio, frente a 43 el 1 de julio. Antes del inicio de los ataques en octubre de 2023, el promedio diario era de 79 salidas.
La organización Seafarers’ Charity, con sede en el Reino Unido, declaró que “la gente de mar es la columna vertebral del comercio mundial, ya que mantiene a los países abastecidos de alimentos, combustible y medicamentos. No deberían tener que arriesgar sus vidas para hacer su trabajo”. La campaña hutí ha dejado más de 100 barcos atacados con misiles y drones entre noviembre de 2023 y diciembre del mismo año.
la guerra se enmarca en la guerra entre Israel y Hamás, iniciada el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo islamista invadió el sur de Israel, mató a unas 1.200 personas y secuestró a 251. Veinte rehenes siguen con vida en Gaza, otros dos se encuentran en condición crítica, y 28 víctimas han sido confirmadas como fallecidas.
Durante esa guerra, los hutíes cesaron temporalmente sus ataques tras un acuerdo de alto el fuego. Posteriormente, Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, lanzó una campaña aérea intensiva contra el grupo yemení, lo que llevó al fin de la tregua. Israel también ha ejecutado ataques contra los hutíes en el marco de la guerra.