El presidente libanés, Joseph Aoun, afirmó el viernes que Líbano no contempla establecer relaciones diplomáticas con Israel, aunque expresó el interés de su gobierno en mantener una situación de paz con el país vecino. Aoun señaló que el ejército israelí conserva presencia en el sur del Líbano desde la guerra del año pasado contra Hezbolá.
Durante una reunión en Beirut con integrantes de un grupo de expertos árabes, Aoun solicitó el retiro completo de las fuerzas israelíes del territorio libanés. Al mismo tiempo, confirmó que la decisión de concentrar el uso de las armas en manos del Estado sigue vigente. La afirmación fue interpretada como un mensaje directo al grupo armado Hezbolá, respaldado por Irán.
En relación con las relaciones con Israel, Aoun indicó que distingue entre paz y normalización, según un comunicado emitido por su oficina. Declaró que “la paz es la ausencia de un estado de guerra, y esto es lo que nos importa en el Líbano en este momento. En cuanto al tema de la normalización, actualmente no es parte de la política exterior libanesa”.
Las declaraciones de Aoun constituyen la primera respuesta oficial libanesa tras el anuncio realizado en junio por el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, quien manifestó interés en establecer relaciones diplomáticas con Líbano y Siria. Ambos países mantienen formalmente un estado de guerra con Israel desde 1948.
Un representante israelí aclaró que cualquier proceso de normalización con Líbano exige previamente el desarme de Hezbolá. Aoun, quien asumió la presidencia en enero tras dos años de vacancia institucional, reafirmó su compromiso con el monopolio estatal de las armas. “La decisión de restringir las armas es definitiva y no hay vuelta atrás”, dijo según fuentes oficiales.
El mandatario también expresó su reconocimiento hacia Nabih Berri, presidente del Parlamento libanés y aliado de Hezbolá, por su papel en la promoción del principio de restricción armamentística. Las declaraciones fueron difundidas por la oficina de Aoun.
La guerra entre Israel y Hezbolá finalizó el 27 de noviembre mediante un acuerdo de alto el fuego. El pacto estipuló la retirada de Hezbolá del sur del Líbano y la sustitución de las tropas israelíes por fuerzas del ejército libanés y unidades internacionales. Israel recibió un plazo de 60 días para completar su retirada.
Desde entonces, las Fuerzas de Defensa de Israel evacuaron la mayoría de sus posiciones, salvo cinco ubicadas junto a la frontera. Aoun declaró que estas unidades impiden el despliegue total del ejército libanés hasta los límites internacionales reconocidos, según declaraciones difundidas por la emisora estatal libanesa LBCI.
El presidente libanés también manifestó su disposición a fortalecer los vínculos con el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, quien asumió el poder tras derrocar a Bashar al-Assad en diciembre. Assad había permitido el uso del territorio sirio como corredor logístico para el envío de armas desde Irán hacia Hezbolá.
LBCI informó que Aoun confirmó la existencia de coordinación operativa entre las agencias de seguridad de Líbano y Siria para combatir el contrabando de personas, armas y drogas. Esta cooperación busca evitar el uso de la frontera como zona de tránsito para actividades ilegales.
Estados Unidos ha instado a Líbano a desarmar a Hezbolá por completo. Las autoridades libanesas remitieron esta semana su respuesta a Washington. Aunque no se ha divulgado el contenido del documento, el enviado especial estadounidense, Thomas Barrack, declaró el lunes que se encuentra “increíblemente satisfecho” con la respuesta recibida.
Hezbolá inició ataques con cohetes contra Israel el 8 de octubre de 2023, un día después del atentado perpetrado por Hamás, grupo respaldado por Irán, que causó la muerte de aproximadamente 1.200 personas y el secuestro de 251 civiles en el sur de Israel. Estos hechos provocaron el inicio de la guerra en Gaza.
Los proyectiles lanzados por Hezbolá provocaron la evacuación de unos 60.000 residentes israelíes en la región norte. Como parte de las medidas para permitir su retorno, Israel amplió sus operaciones en territorio libanés, eliminó a parte del liderazgo de Hezbolá y destruyó zonas asociadas a la organización.