Un funcionario iraní declaró al canal Al-Jazeera que Israel deberá asumir consecuencias por el intento de asesinato contra el presidente Masoud Pezeshkian. Según afirmó, las autoridades iraníes han iniciado una investigación para determinar responsabilidades, incluyendo la posible colaboración de cómplices que facilitaron la ejecución del ataque.
El funcionario sostuvo que el atentado forma parte de un plan israelí más amplio cuyo objetivo sería desestabilizar y derrocar al régimen iraní. La afirmación se enmarca en las tensiones regionales que persisten entre ambos países y que se han intensificado en los últimos meses.
La agencia iraní Fars, vinculada al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, informó que Pezeshkian sufrió una herida leve en la pierna como resultado del ataque. El hecho ocurrió en el contexto de la denominada Operación León Naciente, una serie de acciones atribuidas a Israel en territorio iraní.
De acuerdo con la misma fuente, el ataque se produjo el 16 de junio contra un edificio en el oeste de Teherán, donde se desarrollaba una sesión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional en uno de los niveles inferiores. La acción incluyó la detonación de seis explosivos en los accesos principales del inmueble.
El informe indicó que el procedimiento operativo del ataque guarda similitud con el que derivó en la eliminación del secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Luego de las explosiones, el suministro eléctrico del piso donde se encontraba el consejo fue interrumpido, pero los participantes lograron evacuar a través de una salida de emergencia.