Diez miembros de Hamás que fueron exiliados a la Franja de Gaza en 2011 como parte del acuerdo de intercambio por el soldado israelí Gilad Shalit murieron en un ataque aéreo la semana pasada, según informó el servicio de seguridad Shin Bet en coordinación con las Fuerzas de Defensa de Israel. Entre los muertos se encuentran implicados en asesinatos de civiles y soldados israelíes durante las décadas de 1990 y 2000.
La mayoría de los muertos pertenecía al cuartel general de Hamás en Judea y Samaria, una unidad encargada de reclutar terroristas y facilitar ataques contra objetivos israelíes desde ese territorio. De acuerdo con el Shin Bet, esa estructura continúa activa en la planificación de atentados, el suministro de armamento y el financiamiento de células operativas en Judea y Samaria y Jerusalén Oriental.
Entre los abatidos figuran Riyad Assila y Bassem Abu Sanina, identificados como los autores del asesinato de Haim Karman, civil israelí apuñalado en Jerusalén en 1998. Ambos fueron liberados en 2011 como parte del intercambio que permitió el regreso del soldado Gilad Shalit tras más de cinco años de cautiverio en Gaza, y posteriormente fueron enviados a la Franja bajo condiciones de exilio.
Assila operó dentro del cuartel general de Hamás en Judea y Samaria con funciones específicas en la captación de reclutas desde Jerusalén Oriental, según el Shin Bet. En la misma operación aérea murió Mohammed Saria, a quien se responsabiliza del asesinato del sargento de las FDI Ehud Tal en 1996 durante un ataque con arma blanca en instalaciones militares en Dotan, dentro del área de Judea y Samaria.
Otros siete integrantes del cuartel general murieron en el ataque. Todos habían recibido condenas de cadena perpetua por atentados cometidos durante la Segunda Intifada y fueron liberados en 2011 como parte del mismo acuerdo. Tras su exilio, asumieron funciones organizativas en comités regionales dedicados a la planificación de ataques mediante logística, armamento y financiación operativa.