Las autoridades sirias fueron acusadas de realizar ejecuciones sumarias de civiles en la provincia de Sweida, habitada mayoritariamente por población drusa. La denuncia fue emitida por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.
Según esta organización, fuerzas de los ministerios de Defensa e Interior de Siria asesinaron a 12 personas tras irrumpir en una casa de huéspedes perteneciente a la familia Radwan, ubicada en la ciudad de Sweida. La incursión se produjo en medio del despliegue militar ordenado por Damasco en la región.
El envío de tropas sirias a Sweida respondió a enfrentamientos recientes entre grupos armados drusos y miembros de tribus beduinas, los cuales dejaron un saldo superior a 100 personas muertas. No se reportaron capturas ni comunicados oficiales por parte del gobierno sirio respecto a estos hechos.