Combatientes aliados del gobierno exiliado de Yemen informaron que incautaron 750 toneladas de misiles y armamento presuntamente suministrados por Irán, destinados a los hutíes. Se trata de la interdicción más reciente en el marco de la guerra que lleva más de una década. La incautación corresponde a una operación ejecutada por la Fuerza de Resistencia Nacional, grupo vinculado a Tariq Saleh, sobrino del exlíder yemení Ali Abdullah Saleh.
La Fuerza de Resistencia Nacional informó que la operación se desarrolló a finales de junio. Ni los hutíes ni Irán han respondido oficialmente sobre el decomiso. Según la declaración preliminar, las armas fueron interceptadas antes de llegar a su destino en poder de los insurgentes chiíes, que desde 2014 controlan Saná y otras zonas del norte de Yemen.
Pro-govt National Resistance forces @nrfyemen seized a massive 750-ton Iranian arms shipment heading to the #Houthis. The haul included missile systems, air defense, modern radars, drones, anti-tank missiles, P10 artillery, sniper rifles, & more.#Yemenpic.twitter.com/u5QXHtsjC5
— Ali Al-Sakani | علي السكني (@Alsakaniali) July 16, 2025
Las imágenes difundidas por la fuerza mostraron misiles antibuque, similares a los empleados en recientes ataques hutíes en el mar Rojo. En dichos incidentes, dos embarcaciones fueron hundidas, con un saldo de al menos cuatro muertos y varios desaparecidos. También se identificaron misiles antiaéreos Tipo 358 de origen iraní, junto con componentes de drones, ojivas y otros equipos bélicos.
Los hutíes han declarado el derribo de 26 drones MQ-9 estadounidenses a lo largo de la guerra. El ejército de Estados Unidos ha confirmado la mayoría de esas pérdidas. Las armas observadas en los videos podrían corresponder a los modelos empleados en esas operaciones. Se espera una declaración detallada de la Fuerza de Resistencia Nacional para ampliar la información sobre la interdicción.
Irán ha negado reiteradamente haber armado a los islamistas hutíes. Sin embargo, diversas incautaciones anteriores, realizadas principalmente por fuerzas navales estadounidenses y occidentales, han incluido armamento con fabricación iraní. Estas operaciones se han producido a pesar del embargo de armas impuesto por las Naciones Unidas sobre Yemen.
En septiembre de 2014, los hutíes tomaron la capital Saná, lo que forzó la salida del gobierno reconocido internacionalmente. En marzo de 2015, una coalición encabezada por Arabia Saudí y respaldada por apoyo militar e inteligencia de Estados Unidos intervino en favor del gobierno exiliado. Desde entonces, la guerra ha provocado más de 150.000 muertes, tanto civiles como combatientes.
El prolongado enfrentamiento ha generado una crisis humanitaria de gran magnitud. La escasez de alimentos y recursos ha situado a Yemen en una situación crítica, con millones de personas en riesgo alimentario severo. Las Naciones Unidas han advertido que el país se encuentra al borde de una hambruna generalizada.