El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, y el patriarca ortodoxo Teófilo III ingresaron a la Franja de Gaza un día después de que tres civiles murieron en los terrenos de la única iglesia católica del enclave. El hecho motivó la presencia de ambas autoridades religiosas en el lugar para constatar el estado de las instalaciones y reunirse con la comunidad local.
Las imágenes registradas durante la visita muestran a los líderes eclesiásticos observando los daños visibles en el techo desde el exterior y recorriendo el interior de la Iglesia de la Sagrada Familia junto a los feligreses. En contraste con un informe publicado por el New York Times, que afirmaba que el edificio había sido destruido, las tomas revelan que el interior permanece intacto.
La fachada del templo presenta señales de impacto, con marcas de quemaduras visibles alrededor de una sección comprometida cerca del techo. El ejército israelí informó que la metralla de un proyectil de tanque, disparado durante operaciones en la ciudad de Gaza, impactó en la estructura.
El Patriarcado Latino indicó que la delegación mantiene encuentros con cristianos locales con el objetivo de evaluar sus necesidades inmediatas y entregar personalmente sus condolencias.
Se ha iniciado el envío de ayuda humanitaria adicional compuesta por cientos de toneladas de alimentos y suministros médicos, destinada tanto a la población cristiana como a otros civiles presentes en Gaza. Las autoridades también gestionan la evacuación de los heridos como parte de las acciones de asistencia humanitaria.