El 16 de julio de 2025, un helicóptero de ataque ARH Tiger del Ejército australiano efectuó un aterrizaje forzoso durante el ejercicio Talisman Sabre, dentro del Área de Entrenamiento de Bradshaw, en el Territorio del Norte. La tripulación no sufrió lesiones, pero el incidente provocó la inmovilización inmediata de toda la flota Tiger restante y motivó una investigación técnica por parte de la Oficina de Seguridad de Vuelo de Defensa, con énfasis en las condiciones estructurales de la aeronave.
La flota Tiger australiana se originó en 2001 mediante un contrato para 22 helicópteros bajo el Proyecto AIR 87 Fase 2, desarrollado por Eurocopter —hoy Airbus Helicopters—. Adaptado a las especificaciones australianas, el modelo incorporó misiles AGM-114 Hellfire II, designadores láser, enlaces de datos de nueva generación y misiles aire-aire Mistral. El aparato utiliza dos motores turboeje MTR390, con una potencia conjunta superior a los 2.000 caballos, que le otorgan una velocidad máxima de 290 km/h y un radio de combate de 800 km.
Pese a sus capacidades, el Tiger ARH ha presentado fallas recurrentes en fiabilidad operativa, disponibilidad logística y posibilidad de actualización tecnológica. Su capacidad operativa final, prevista para 2009, quedó pospuesta hasta 2016 por demoras en el software, los procesos de integración y el sistema de mantenimiento. A lo largo de su vida útil, el helicóptero exhibió inestabilidad en cabina, errores en el software de vuelo y dependencia del soporte extranjero para tareas críticas, especialmente en los componentes del tren motriz, lo que redujo su autonomía logística.
Después del incidente, los técnicos iniciaron inspecciones para detectar daños estructurales en el mástil del rotor y en los elementos del tren de aterrizaje. El fuselaje compuesto del Tiger, aunque más liviano y menos visible a sensores, mostró vulnerabilidad ante tensiones acumuladas. Casos previos, como el aterrizaje de emergencia ocurrido en Queensland en 2019 y el accidente fatal de un Tiger alemán en Mali en 2024, ya habían llevado a paralizaciones temporales del modelo en varias fuerzas aliadas por motivos técnicos similares.
El suceso coincide con el proceso de sustitución del Tiger por el AH-64E Apache Guardian, fabricado por Boeing, dentro del programa LAND 4503. El contrato, con un valor de $4.500 M, estipula la entrega de 29 unidades a partir de finales de 2025, junto con armamento, sistemas de simulación y un paquete logístico a largo plazo gestionado por Boeing Defence Australia. El Apache ofrece mayor confiabilidad, aviónica avanzada y soporte completo para operaciones en climas extremos y despliegues de alta demanda.
El AH-64E incorpora arquitectura de sistemas abiertos, radar Longbow, motores GE T700 de nueva generación y palas de rotor compuestas. Su sistema MUM-T permite el control directo de vehículos aéreos no tripulados desde la cabina, y las redes de datos proporcionan información táctica en tiempo real. Estas capacidades han consolidado al Apache como el helicóptero de ataque estándar del Ejército de Estados Unidos y como una plataforma probada para aliados que requieren preparación inmediata y sostenida.
Las condiciones del Territorio del Norte y del Indo-Pacífico, caracterizadas por temperaturas elevadas, salinidad ambiental y polvo abrasivo, aceleran el deterioro mecánico de las aeronaves. El Tiger ARH, diseñado para un entorno europeo, ha evidenciado limitaciones constantes en este tipo de escenarios. El Apache, por su diseño estructural resistente y su arquitectura modular, cumple de forma más adecuada con los requisitos operativos de Australia y sus compromisos estratégicos en la región indo-pacífica.
Este aterrizaje forzoso confirma la necesidad de actualizar la flota de ala rotatoria del Ejército australiano. La integración progresiva del Apache y la posible disminución del uso del Tiger indican una transición hacia plataformas más resistentes, compatibles con operaciones aliadas y adecuadas para entornos operativos complejos, con prioridad en la disponibilidad sostenida durante despliegues de alta exigencia.
El calendario actual del programa LAND 4503 contempla entregas iniciales del Apache hacia fines de 2025, aunque el incidente ha generado la posibilidad de que el gobierno australiano adelante la recepción de unidades. Fuentes de Defensa estudian medidas de contingencia, como la anticipación de entregas, apoyo adicional mediante el programa de Ventas Militares Extranjeras de Estados Unidos o el uso temporal de unidades con base en territorio estadounidense con fines de entrenamiento. Estas alternativas permitirían cubrir las brechas operativas durante el proceso de transición.