Irán podría dejar de cumplir sus compromisos de seguridad regional si los países europeos reactivan las sanciones internacionales mediante el mecanismo de devolución de la ONU. Así lo afirmó Abbas Moqtadaei, miembro de la comisión parlamentaria de seguridad nacional de Irán, en declaraciones citadas por Borna News. Señaló que Teherán posee herramientas para actuar en el golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y otras zonas marítimas, como parte de posibles medidas en respuesta a una reimposición de sanciones.
Las declaraciones de Moqtadaei se produjeron días antes de una reunión programada para el viernes entre viceministros iraníes de Relaciones Exteriores y diplomáticos del Reino Unido, Francia y Alemania en Estambul. Estos tres países, conocidos como el grupo E3, han comunicado su intención de restablecer las sanciones antes de que finalice agosto, si Irán no accede a entablar conversaciones sustanciales sobre su programa nuclear con las potencias occidentales, incluido Estados Unidos.
Durante los últimos meses, Irán y los países del E3 han sostenido diálogos sin avances sobre el programa nuclear iraní, de manera paralela a las negociaciones indirectas entre Teherán y Washington. Las conversaciones quedaron interrumpidas tras el ataque israelí contra objetivos estratégicos en Irán en junio. Según el gobierno israelí, esta operación se dirigió contra altos mandos militares, científicos nucleares, instalaciones de enriquecimiento y el programa de misiles balísticos, con el objetivo de impedir que Teherán concretara su plan declarado de eliminar al Estado de Israel.
La semana anterior, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán reiteró que Teherán respondería si se activa el mecanismo de devolución antes de su vencimiento el 18 de octubre. Fuentes diplomáticas occidentales señalaron que buscan completar el procedimiento antes de que Rusia asuma la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU ese mes. En una entrevista con la agencia Borna, Moqtadaei declaró que “Europa no está en condiciones de ponerse en peligro”, aludiendo al contexto de tensiones políticas, económicas y culturales que mantiene con Rusia, China y Estados Unidos.
En paralelo, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, envió una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres. En ella, sostuvo que el grupo E3 carece de legitimidad jurídica para recurrir al mecanismo, dado que su respaldo a los ataques de Israel y Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes en semanas recientes los habría excluido de hecho del acuerdo nuclear firmado en 2015, al cual se vincula dicho mecanismo.
El pacto nuclear aún incluye como firmantes a Irán, Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia, tras la retirada de Estados Unidos en 2018. El acuerdo suspendió las sanciones contra Teherán a cambio de restricciones a su programa nuclear. En ocasiones anteriores, Irán ha planteado la posibilidad de cerrar el estrecho de Ormuz o cesar la interdicción del tráfico de drogas hacia Europa como formas de presión ante exigencias internacionales sobre su política nuclear.
Previo al actual enfrentamiento entre Israel e Irán, Washington y Teherán celebraron cinco rondas de negociaciones nucleares desde abril, con la mediación de Omán. Estas conversaciones encontraron obstáculos significativos, como el desacuerdo sobre la reducción del nivel de enriquecimiento de uranio en Irán, que las potencias occidentales buscan eliminar para limitar cualquier posibilidad de desarrollo armamentístico.
Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles. No obstante, ha alcanzado niveles de enriquecimiento sin uso pacífico, bloqueado el acceso de inspectores internacionales a sus instalaciones nucleares y ampliado su arsenal de misiles balísticos. Según Israel, estas acciones evidencian avances concretos hacia la producción de armamento nuclear por parte de Teherán.