La Policía de Israel afirmó el lunes por la noche que los informes sobre un presunto incendio provocado por extremistas judíos en el sitio arqueológico de la Iglesia de San Jorge, en la aldea de Taybeh, carecen de fundamento. La investigación concluyó que dichos informes eran falsos y no se registraron daños en la estructura del lugar.
En un comunicado oficial, la policía declaró: “Contrariamente a los informes falsos y tras la reciente cobertura de los medios de comunicación extranjeros sobre el presunto incendio provocado dentro del sitio arqueológico de la Iglesia de San Jorge en el pueblo de Taybeh, deseamos aclarar que estos informes son fácticamente incorrectos, carecen de cualquier base probatoria y corren el riesgo de engañar al público”.
El Comandante del Distrito de Judea y Samaria encargó el caso a un equipo especial de la Unidad Central de Investigaciones (YAMAR) y estableció un comité interno dirigido por el Comandante Adjunto de Distrito. El comité examina los registros policiales, la recepción de quejas, la respuesta inicial y las medidas adoptadas, mientras continúa la investigación formal.
Las inspecciones realizadas en el terreno confirmaron que el sitio de la iglesia no sufrió daños. El fuego se produjo en un área abierta contigua, sin construcciones, cultivos ni elementos de infraestructura afectados. Tras recibir el informe, los agentes iniciaron las indagaciones para esclarecer los hechos.
La policía precisó: “Para evitar dudas, aclaramos que el despacho policial de emergencia (100) recibió llamadas tanto de residentes israelíes como de un residente palestino. Contrariamente a ciertos informes de los medios, no se recibieron llamadas repetidas o de seguimiento de fuentes palestinas”.
El comunicado agregó que la investigación sobre las circunstancias del incendio continúa. “Como se dijo, la investigación de la Policía de Israel sobre las circunstancias del incendio sigue en curso. Sin embargo, el Estado de derecho depende de hechos, no de suposiciones. La Policía de Israel está comprometida a investigar cada acto de violencia, independientemente de quién esté involucrado. No se puede permitir que las acusaciones no probadas y los titulares engañosos reemplacen la evidencia, el debido proceso y la búsqueda de la verdad. Instamos a los medios de comunicación y a los funcionarios públicos a actuar con responsabilidad. Las suposiciones incendiarias solo profundizan la división y retrasan la justicia. La verdad importa”.