El B-2 Spirit, operativo desde 1997, ejecutó misiones en 2025, que incluyeron ataques a instalaciones nucleares iraníes.
B-2 Spirit y su supremacía stealth en operaciones actuales
Su diseño de ala voladora y materiales absorbentes de radar le permite penetrar defensas antiaéreas avanzadas. Puede transportar 40,000 libras de armamento, entre ellas bombas nucleares B83 y convencionales JDAM. Su alcance sin reabastecimiento supera las 6,000 millas náuticas, y se extiende a 10,000 con reabastecimiento aéreo. Solo 19 unidades permanecen activas tras un accidente en 2008.
En abril de 2025, un B-2 despegó desde la base de Whiteman, Missouri. Su tecnología de baja observabilidad, en combinación con materiales compuestos y recubrimientos especiales, reduce su sección transversal de radar a la de un ave pequeña. La aeronave ha participado en operaciones en Kosovo, Irak, Afganistán y Libia, y lanzó el 62% de las municiones en algunos conflictos, a pesar de representar menos del 1% del presupuesto de defensa.
Northrop Grumman implementó mejoras en el B-2, como el material de alta frecuencia alternativo (AHFM) en 2019, que se aplica mediante robots para reducir el tiempo de mantenimiento. En julio de 2024, la actualización Spirit Realm 1 integró nueva arquitectura de sistemas abiertos. Esto permite al B-2 incorporar bombas GBU-72/B de 5,000 libras, empleadas en ataques recientes. Estas mejoras aseguran su operatividad hasta que entre en servicio el B-21.
El B-2 realizó la misión de combate más larga registrada en 2001, con un vuelo de 44 horas a Afganistán que incluyó reabastecimiento en tierra y el regreso a Missouri en 70 horas. Su capacidad para operar a 50,000 pies de altitud mejora la visión de sus sensores y su alcance. A pesar de su antigüedad, el B-2 sigue siendo el único bombardero stealth probado en combate, con capacidad para evadir radares como el ruso Nebo-M.
Capacidades clave del B-2 Spirit
- Transporta hasta 40,000 libras de armamento, entre ellas bombas nucleares y convencionales.
- Alcance de 6,000 millas náuticas sin reabastecimiento, y de 10,000 con reabastecimiento aéreo.
- Tecnología stealth con sección transversal de radar comparable a un ave pequeña.
- Participó en misiones en Kosovo, Irak, Afganistán, Libia e Irán en 2025.
B-21 Raider: avances en desarrollo y pruebas
El B-21 Raider, desarrollado por Northrop Grumman, completó su primer vuelo de prueba el 10 de noviembre de 2023, desde la Planta 42 en Palmdale, California. Diseñado como un bombardero stealth de sexta generación, emplea materiales compuestos avanzados y recubrimientos absorbentes de radar más delgados que los del B-2. Su sección transversal de radar es menor.
El programa Long Range Strike Bomber (LRS-B) comenzó en 2011, con un contrato adjudicado a Northrop Grumman en 2015. En 2021, se inició la construcción de la segunda unidad, y en diciembre de 2018 se completó la revisión crítica de diseño. La Fuerza Aérea de EE. UU. planea adquirir al menos 100 unidades, con ensamblaje en la Planta 42, donde se fabricaron los B-2. Las pruebas de vuelo continúan en la base Edwards, California, en 2025.
El B-21, con un diseño de ala voladora más compacto, tiene un ala de 130-140 pies, frente a las 172 del B-2. Sus tomas de aire y escapes están mejor integrados, lo que reduce la visibilidad radar e infrarroja. Incorpora un diseño modular y arquitectura de sistemas abiertos, lo que facilita la actualización de software y armamento. Puede portar municiones nucleares y convencionales, entre ellas armas de largo alcance.
La Fuerza Aérea prevé que el B-21 entre en servicio a finales de la década de 2020 o principios de la de 2030. Su desarrollo emplea herramientas digitales y técnicas de fabricación avanzadas, lo que reduce los riesgos de producción. En 2023, se informó que el programa avanzaba dentro del presupuesto, con un costo estimado de $700 millones por unidad, significativamente menor que los $2,000 millones del B-2.
Comparación entre B-2 Spirit y B-21 Raider
El B-2 Spirit, con su diseño de los años 80, emplea tecnología stealth de primera generación, mientras que el B-21 incorpora avances de quinta generación plus. El B-21 es más pequeño, con un peso máximo al despegue de 225,000-260,000 libras frente a las 336,500 del B-2, lo que reduce su capacidad de carga útil. Sin embargo, su diseño optimizado mejora la furtividad y reduce los costos de mantenimiento.
El B-2 cuenta con dos bahías de armas internas con lanzadores rotativos, que permiten llevar bombas como la B61-11 y el AGM-129. El B-21, aunque con menor capacidad de carga, fue diseñado para integrar armamento futuro, entre ellos misiles de largo alcance. Su cabina presenta ventanas en forma de rendija, a diferencia de la visibilidad lateral del B-2, con lo cual se prioriza la furtividad sobre la conciencia situacional.
En 2025, el B-2 sigue siendo el único bombardero stealth en operación, mientras el B-21 continúa en pruebas. La flota de B-2, reducida a 19 unidades tras un accidente en 2022, enfrenta costos operativos altos, con $135,000 por hora de vuelo. El B-21, con un diseño más eficiente, busca reducir estos costos mediante el uso de motores similares a los del F-35.
El B-2 ha demostrado su eficacia en entornos de combate reales, mientras que el B-21 aún no ha sido desplegado en operaciones. La Fuerza Aérea planea retirar el B-2 a comienzos de la década de 2030, cuando el B-21 asuma el rol principal. Hasta ese momento, el B-2 conservará su función como plataforma principal para misiones de ataque estratégico.