Israel y Siria reanudaron el diálogo en materia de seguridad tras los enfrentamientos sectarios registrados en la provincia siria de Sweida y en Damasco, donde las Fuerzas de Defensa de Israel ejecutaron ataques la semana anterior. Medios saudíes informaron que las conversaciones se desarrollan con mediación de Turquía y Estados Unidos.
Según el canal Al-Hadath, una delegación israelí viajará próximamente a Bakú, Azerbaiyán, para concluir los entendimientos con Siria. No obstante, el informe señala que Israel no ha aceptado suspender sus operaciones militares en territorio sirio. Además, ha planteado como condición la creación de una zona desmilitarizada en la frontera y la permanencia de tropas israelíes en la franja de amortiguamiento que quedó bajo su control tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en diciembre.
Israel no emitió comentarios oficiales al respecto. En paralelo, fuentes diplomáticas indicaron que antes de los ataques ambas partes sostenían “conversaciones avanzadas” para alcanzar un cese de hostilidades. La administración Trump había ejercido presión para lograr una normalización plena de las relaciones bilaterales.

La intervención militar israelí en Siria comenzó a inicios de este mes, tras la intensificación de la guerra sectario en Sweida. Israel actuó en respaldo de la comunidad drusa, identificada como una minoría leal que participa activamente en sus fuerzas armadas.
Israel responsabilizó al gobierno interino del presidente Ahmed al-Sharaa por su presunta colaboración en los asesinatos perpetrados por tribus beduinas contra la población drusa en el sur sirio. La serie de enfrentamientos concluyó con un alto el fuego negociado por Estados Unidos y anunciado el sábado.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró el lunes que Donald Trump “fue tomado por sorpresa” ante la ofensiva israelí en Siria. Su afirmación se produjo tras declaraciones anónimas de funcionarios estadounidenses al sitio Axios, en las que expresaron su desacuerdo con el primer ministro Benjamin Netanyahu y señalaron que los ataques podrían desestabilizar al nuevo régimen que Washington pretende fortalecer.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, criticó ese mismo día la decisión israelí, al considerar que entorpece los esfuerzos estadounidenses para estabilizar el país. Siria e Israel han estado enfrentados durante décadas en conflictos regionales que incluyeron enfrentamientos militares directos.
Después de la huida de Bashar al-Assad en diciembre, el nuevo gobierno islamista que asumió el control en Damasco ha manifestado su interés en adoptar una postura moderada ante la comunidad internacional.