El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó que Israel violó de forma clara el derecho internacional al impedir la entrega de ayuda humanitaria en Gaza durante marzo. Según declaró, esa decisión contradijo principios de humanidad y moralidad. Añadió que las imágenes de civiles hambrientos en el enclave palestino generan una profunda conmoción. Al mismo tiempo, responsabilizó a la organización terrorista Hamás de mantener cautiva a la población al negarse a liberar a los 50 rehenes israelíes y extranjeros.
En una entrevista concedida a la emisora pública ABC, Albanese descartó un reconocimiento inmediato del Estado palestino por parte de Australia. Señaló que, aunque considera necesario avanzar hacia esa opción, aún deben resolverse cuestiones fundamentales. “¿Cómo se excluye a Hamás de cualquier participación allí? ¿Cómo se asegura de que un Estado palestino opere de una manera apropiada que no amenace la existencia de Israel?”, planteó el jefe de gobierno.
El mandatario sostuvo que Australia no adoptará una posición simbólica en este asunto, sino que lo abordará de forma progresiva si las condiciones lo permiten. “No tomaremos ninguna decisión como un gesto, lo haremos como un camino a seguir si se dan las circunstancias”, explicó. Al ser consultado sobre un posible reconocimiento inminente, respondió: “No, no lo somos. Pero nos comprometeremos de manera constructiva”.
Respecto a la ayuda humanitaria lanzada desde el aire hacia Gaza, Albanese señaló que representa un avance inicial, pero consideró insuficiente el esfuerzo. Recalcó la necesidad de reforzar la protección de los civiles. En sus palabras: “Un niño de un año no es un combatiente de Hamás. Las víctimas y muertes civiles en Gaza son completamente inaceptables. Es completamente indefendible”.
Finalmente, destacó que la normativa internacional prohíbe responsabilizar a civiles inocentes por una guerra. “Tenemos reglas de compromiso y están ahí por una razón. Deben evitar que se pierdan vidas inocentes. Claramente, es una violación del derecho internacional detener la entrega de alimentos, que fue una decisión que Israel tomó en marzo”, concluyó.