Durante una conferencia cristiana realizada en Jerusalén, organizada por el asesor de Donald Trump y la pastora evangélica Paula White, el primer ministro Benjamin Netanyahu rechazó las acusaciones sobre una presunta política de hambre en Gaza y destacó el vínculo entre Israel y el mundo cristiano. Declaró que “no hay una política de hambre en Gaza, y no hay hambre en Gaza”, y aseguró que Israel ha autorizado la entrada de asistencia conforme al derecho internacional.
El primer ministro detalló que Israel permitió la entrada de “1,9 millones de toneladas de ayuda desde el comienzo de la guerra” en octubre de 2023. Añadió que la ayuda humanitaria ha fluido “durante toda la guerra” y que, sin ese abastecimiento, “no habría habitantes de Gaza”. Sus declaraciones respondieron a los señalamientos internacionales sobre una posible crisis humanitaria en la Franja.
Ante el aumento de la presión internacional durante la semana pasada, Netanyahu amplió de forma significativa los volúmenes y los puntos de acceso para el ingreso de ayuda humanitaria. Este ajuste representó una modificación notable respecto a la política que Israel mantuvo desde marzo. El jefe de gobierno responsabilizó a Hamás por interceptar los suministros y luego “acusar a Israel de no suministrarlos”.
Explicó que las pausas humanitarias anunciadas por Israel respondieron a la actitud de algunas agencias y de las Naciones Unidas, a quienes acusó de haber ofrecido “excusas” para no entregar la ayuda, a pesar de que existían “corredores seguros”. En ese contexto, declaró: “Aquí hay corredores seguros, y la ONU no tiene excusas. No quedan excusas. Deja de mentir. Dejen de acusar a Israel deliberadamente de esta atroz falsedad”.
Netanyahu agradeció el respaldo de sectores cristianos evangélicos, a quienes consideró aliados en lo que denominó “la batalla por la verdad”. En sus palabras: “Y no puedo pensar en nadie que pueda llevar esta batalla con nosotros mejor que \[nuestros] muchos amigos cristianos”.
Finalmente, afirmó que la alianza israelí-cristiana enfrenta una amenaza por parte del fundamentalismo islamista, al que acusó de buscar someter a los musulmanes considerados infieles y eliminar la presencia estadounidense e israelí en Medio Oriente. En referencia a las acciones militares conjuntas con Estados Unidos contra Irán el mes pasado, afirmó: “Luchamos contra ellos juntos. Lo ganaremos juntos. Tenemos una gran fe en tu fe y en nuestra fe. Podemos ganar esta guerra exactamente como ganamos la guerra de los siete frentes”.