Decenas de miles de manifestantes propalestinos y contrarios a Israel marcharon el domingo por el emblemático Puente de la Bahía de Sídney para exigir un aumento en el envío de ayuda a Gaza y la imposición de sanciones contra Israel
La marcha fue organizada por el grupo Palestine Action Group Sydney, que ha acusado a Israel de cometer genocidio en su guerra contra Hamás en Gaza, una acusación que Israel rechaza. La agrupación publicó en su cuenta de Facebook, antes de la protesta, que sus exigencias incluyen el levantamiento de las restricciones a la entrada de ayuda en Gaza, un “alto el fuego inmediato y retirada israelí” del enclave, así como la imposición de sanciones y un embargo de armas contra Israel.
La manifestación fue denominada “Marcha por la Humanidad”. La publicación en Facebook con el listado de demandas no mencionó a Hamás ni a los 50 rehenes israelíes que la organización mantiene cautivos en Gaza.
Algunos de los asistentes portaban ollas y sartenes como símbolo del hambre que supuestamente afecta a la Franja.
“Ya es suficiente”, declaró Doug, un hombre de unos sesenta años, de cabello completamente blanco. “Cuando personas de todo el mundo se reúnen y alzan la voz, el mal puede ser superado”.
Entre los manifestantes que cruzaron el Puente de la Bahía de Sídney el 3 de agosto de 2025, durante una concentración propalestina y contraria a Israel, se encontraban personas mayores, familias con niños pequeños, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y el exministro de Asuntos Exteriores australiano Bob Carr.
Muchos llevaban paraguas debido a las intensas lluvias. Algunos ondeaban banderas palestinas y coreaban “Todos somos palestinos”. También se escucharon consignas como “Viva la intifada”, en referencia a los levantamientos violentos palestinos que causaron cientos de muertos israelíes, según muestran vídeos de la manifestación. Al menos una persona portaba una imagen del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
The rain didn’t stop us. A historic march. pic.twitter.com/zExuNAkGx9
— 💧Mary Kostakidis (@MaryKostakidis) August 3, 2025
La policía del estado de Nueva Gales del Sur informó que hasta 90.000 personas participaron en la marcha, una cifra muy superior a la esperada. Por su parte, el Palestine Action Group Sydney afirmó en una publicación que hasta 300.000 personas podrían haber asistido.
Tanto la policía como la oficina del primer ministro del estado habían intentado impedir la manifestación sobre el puente, al considerar que el recorrido podía representar un riesgo para la seguridad y alterar el tránsito en esta arteria clave. Sin embargo, el sábado, el Tribunal Supremo del estado autorizó la realización del acto.
El comisario adjunto interino de la policía, Peter McKenna, declaró que se desplegaron más de mil agentes y que la magnitud de la multitud generó temores de una posible estampida.
“Nadie resultó herido”, indicó en una rueda de prensa. “Pero, francamente, no quisiera repetir esto cada domingo con tan poco tiempo de preparación”.
También se reportó presencia policial en Melbourne, donde tuvo lugar una protesta similar.
La presión diplomática sobre Israel se ha incrementado en las últimas semanas. Francia y Canadá han anunciado que reconocerán un Estado palestino, mientras que el Reino Unido ha advertido que lo hará si Israel no resuelve la crisis humanitaria, acuerda un alto el fuego y reinicia el proceso de paz.
Israel ha condenado estas decisiones por considerar que recompensan a Hamás por el ataque del 7 de octubre de 2023, que dio inicio a la guerra, causó la muerte de unas 1.200 personas y se saldó con la captura de más de 250 rehenes. Asimismo, ha negado la existencia de una política deliberada de hambruna y ha acusado a Hamás de apropiarse de la ayuda humanitaria.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, afirma que más de 60.000 personas han muerto o se presumen muertas desde el inicio de las hostilidades. No obstante, estas cifras no han podido ser verificadas y no distinguen entre civiles y combatientes. Israel sostiene que ha eliminado a unos 20.000 combatientes en enfrentamientos hasta enero y a otros 1.600 terroristas dentro de su territorio durante el ataque del 7 de octubre.
Israel ha declarado que procura reducir al mínimo las bajas civiles y ha insistido en que Hamás utiliza a la población como escudo humano, al operar desde zonas residenciales, hospitales, escuelas y mezquitas. El número de soldados israelíes muertos en la ofensiva terrestre contra Hamás en Gaza y en las operaciones en la frontera con la Franja asciende a 459.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, del Partido Laborista, ha manifestado su respaldo a una solución de dos Estados y ha afirmado que la negativa de Israel a permitir la entrada de ayuda y las muertes de civiles “no pueden justificarse ni ignorarse”, aunque no ha reconocido formalmente a Palestina. Otro ministro aseguró que el reconocimiento ocurrirá en el futuro.
“Se trata de cuándo, no de si Australia reconocerá un Estado palestino. Pero no quiero fijar un plazo”, declaró el ministro de Hacienda, Jim Chalmers, al medio público ABC la semana pasada.
Desde el 7 de octubre, Australia ha registrado una serie de ataques antisemitas, algunos de ellos en el marco de protestas contra Israel. Las autoridades investigan si hay apoyo extranjero detrás de dichos incidentes.