“Con consejo sabio harás la guerra” (Proverbios 24:6)
Aunque las recientes hostilidades entre Israel e Irán concluyeron con éxito, se trató de una victoria pasajera. Irán ya ha comenzado a reactivar sus ambiciosos planes de nuclearización militar. En respuesta, Israel se prepara para reexaminar su planificación operativa.
Este replanteamiento debe mantenerse de forma continua, con un enfoque conceptual y de amplio alcance. Por encima de todo, debe quedar en manos de especialistas competentes y estrategas con visión de futuro, no de comentaristas ni políticos.
En este contexto, Jerusalén requerirá un “consejo sabio”. Satisfacer esta necesidad permitirá perfeccionar constantemente las estimaciones sobre: (1) una posible asistencia estadounidense en bombardeos futuros; (2) las alianzas de Irán con Corea del Norte o Pakistán; y (3) las amenazas enemigas convergentes contra la supremacía israelí en materia de escalada. Asuntos como la doctrina y la estrategia nuclear requerirán especial atención. En términos concretos, Israel deberá decidir entre mantener su política de “ambigüedad nuclear” —la denominada “bomba en el sótano”— o avanzar hacia una “divulgación nuclear selectiva”.