El 1 de agosto de 2025, Polonia firmó un nuevo contrato con Corea del Sur para adquirir 180 tanques de batalla principales K2 Black Panther adicionales. La adquisición eleva el total proyectado a 1.370 unidades, cifra que supera los inventarios combinados de Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. Según el ministro polaco de Defensa Nacional, este incremento refuerza la capacidad terrestre del país dentro del flanco oriental de la OTAN.
La expansión forma parte de un programa de modernización militar acelerado, iniciado tras la invasión rusa de Ucrania. Polonia busca reforzar su defensa nacional y mejorar la postura de disuasión de la OTAN. Las entregas de los nuevos tanques K2 comenzarán en 2026, en paralelo con las entregas en curso de los M1A2 Abrams procedentes de Estados Unidos, parte del mismo proceso de fortalecimiento militar.
Diseñado por Hyundai Rotem, el K2 Black Panther incorpora un cañón L/55 de 120 mm compatible con munición estándar de la OTAN y proyectiles programables. El sistema de carga automática permite una cadencia de hasta 10 disparos por minuto. Su armamento secundario incluye ametralladoras de 7,62 mm y 12,7 mm montadas para defensa adicional. El tanque alcanza una velocidad de 70 km/h y tiene una autonomía operativa de hasta 450 km.
La protección del K2 se basa en una armadura compuesta modular y en el sistema KAPS, que intercepta misiles y granadas antitanque. También dispone de sensores de advertencia láser, sistemas de extinción automática de incendios y protección NBQ. Su sistema de control de fuego digital permite identificar y atacar objetivos de forma precisa en condiciones diurnas o nocturnas, tanto en movimiento como en modo estacionario.
Los tanques destinados a Polonia incluirán versiones K2 estándar y la variante K2PL fabricada localmente, que integrará blindaje reforzado, estructuras adaptadas, redes de campo de batalla y posiblemente estaciones de armas remotas. Este programa de coproducción con Corea del Sur busca incrementar la autonomía tecnológica y las capacidades industriales del sector de defensa polaco.
A partir de 2025, Polonia opera la flota de tanques más extensa y en proceso de renovación más acelerado de Europa. Entregó los 116 M1A1 Abrams reacondicionados y recibió en enero de 2025 el primer lote de 28 M1A2 SEPv3, parte de un pedido total de 250 unidades. Opera además 62 Leopard 2PL/PLM1 de un plan de 142 unidades, aunque transfirió 14 Leopard A4 a Ucrania. No se han anunciado pedidos adicionales de Leopard más allá de ese programa de modernización.
Polonia ha comenzado a integrar sistemas de combate de origen occidental y asiático. Los Abrams SEPv3 incluyen blindaje avanzado, cañones M256 de 120 mm y capacidades de red de última generación. Los tanques K2 Black Panther aportan alta movilidad, blindaje modular, cañones con cargador automático y sistemas de protección activa. Las unidades K2PL reforzarán esa integración mediante componentes fabricados en territorio polaco.
La proximidad de Polonia a Rusia y Bielorrusia ha llevado al país a priorizar el fortalecimiento de su capacidad blindada como respuesta a la situación geopolítica regional. Las autoridades consideran que una fuerza terrestre robusta permite aumentar la profundidad estratégica y responder con mayor eficacia a escenarios de conflicto. El objetivo es evitar retrasos similares a los de 2014 tras la anexión rusa de Crimea y contribuir de forma activa a la defensa del territorio aliado.
La cooperación con Corea del Sur incluye además obuses K9 Thunder, lanzacohetes múltiples K239 Chunmoo y proyectos futuros relacionados con aviones de combate. La magnitud de estas adquisiciones apunta a una transformación estructural de la postura de defensa de Europa Central, con Polonia consolidándose como un eje logístico y militar en el marco de la OTAN.