La BBC reveló que Hamás implementó un sistema clandestino de distribución de salarios con el objetivo de eludir las operaciones de inteligencia israelíes. Según el informe, el grupo entrega efectivo directamente a sus miembros en reuniones organizadas tras recibir mensajes cifrados en sus teléfonos o en los de sus cónyuges. En cada cita, los operativos reciben sobres con dinero en efectivo, sin utilizar canales bancarios ni registros formales de transacción.
Tres empleados de Hamás indicaron a la cadena británica que obtuvieron alrededor de 1.000 shekels (aproximadamente $300) durante la última semana. También señalaron que reciben una proporción cercana al 20 % de sus ingresos anteriores al inicio de la guerra, con una frecuencia de cada diez semanas. La BBC afirmó que las fuentes proporcionaron esta información bajo condición de anonimato, debido a la sensibilidad del tema.
Uno de los altos miembros de Hamás declaró que el grupo almacenó unos $700 millones en efectivo en túneles subterráneos antes del ataque del 7 de octubre de 2023. Esa acción marcó el comienzo de la guerra actual con Israel. El reporte sostuvo que los distribuidores de salarios han sido blanco de ataques israelíes en ocasiones previas, por lo que Hamás optó por métodos no rastreables para continuar con los pagos internos.
Además de los salarios, la BBC reportó que Hamás impuso tributos a los comerciantes locales y vendió cigarrillos a precios hasta cien veces mayores que los anteriores a la guerra. Estas acciones buscan generar ingresos adicionales bajo un contexto de bloqueo y escasez. La cadena británica también presentó testimonios que apoyan la acusación israelí de apropiación de ayuda humanitaria por parte de Hamás.
Fuentes de Gaza citadas por la BBC confirmaron que una parte significativa de los suministros humanitarios ha sido interceptada por el grupo terrorista. Parte de esa ayuda habría sido redistribuida entre simpatizantes o revendida en el mercado informal. Sin embargo, tanto Hamás como la Organización de las Naciones Unidas negaron que exista un patrón sistemático de saqueo de recursos internacionales.
El informe señaló que estas prácticas provocaron malestar entre la población civil. “Cuando el hambre empeoró, mis hijos lloraban de dolor y también de ver a nuestros vecinos afiliados a Hamás recibir paquetes de alimentos y sacos de harina”, declaró Nisreen Khaled, madre soltera en Gaza. Añadió: “¿No son ellos la razón de nuestro sufrimiento? ¿Por qué no aseguraron comida, agua y medicinas antes de lanzar su aventura del 7 de octubre?”