Draganfly Inc. validó su Sistema de Ataque Táctico Integrado en una demostración cerrada realizada en el Pentágono el 5 de agosto de 2025. El evento, organizado por la iniciativa LUCAS del Departamento de Defensa de EE. UU., combinó el vehículo aéreo no tripulado del Grupo I de Draganfly con el Sistema de Municiones Modulares Mjolnir, desarrollado por MMS Products Inc. Altos mandos militares de EE. UU. y delegaciones internacionales asistieron para evaluar tecnologías orientadas a mejorar la capacidad operativa en el campo de batalla.
La exhibición incluyó la autonomía de vigilancia y un lanzador de carga útil múltiple para entregar municiones de precisión. El UAV de Draganfly desplegó municiones Mjolnir en escenarios simulados, evidenciando precisión y adaptabilidad del sistema. Las municiones mostraron efectos antipersonal, antivehículo y perforantes de blindaje, y proporciona respuestas rápidas con bajo perfil en diversas situaciones. Esta actividad continúa el acuerdo de 2024 entre Draganfly y MMS para desarrollar soluciones tácticas aéreas no tripuladas.
Desde el punto técnico, el sistema Mjolnir consiste en municiones modulares ligeras, compatibles con drones pequeños. Cada munición pesa entre 2,3 y 2,5 kg y cuenta con estabilizador de guía, espoleta electrónica programable y ojivas intercambiables. Los modelos incluyen alta fragmentación para uso antipersonal, penetradores explosivos para vehículos y fortificaciones, y cargas moldeadas para blindajes ligeros a medianos. El diseño permite detonación al impacto o con retraso programado, lo que facilita operaciones en ambientes urbanos o subterráneos. El lanzador múltiple en el UAV transporta hasta cuatro municiones, lanzándolas secuencial o simultáneamente para adaptarse a diferentes objetivos.
Operativamente, el sistema Draganfly-Mjolnir representa un avance en la guerra táctica con drones, combinando tamaño compacto y bajas firmas acústicas y visuales. Resulta adecuado para misiones de reconocimiento y ataque en entornos hostiles donde los sistemas tripulados enfrentan riesgos elevados. Su uso abarca operaciones cazadores-asesinos, interrupción logística, supresión de objetivos estratégicos y apoyo a fuerzas especiales. En conflictos de baja intensidad, permite disparos precisos sin requerir grandes infraestructuras ni ciclos largos de planificación. Su modularidad facilita la rápida adaptación a amenazas cambiantes, permitiendo a un solo dron transportar municiones ajustadas al contexto operativo.
En términos tácticos, el UAV del Grupo I con municiones Mjolnir introduce capacidades de ataque de precisión en una categoría de drones tradicionalmente dedicada a tareas ISR. En operaciones coordinadas en enjambre, estos drones pueden superar defensas antiaéreas, atacar unidades móviles y mantener presencia aérea sin comprometer activos tripulados. Su bajo costo y adaptabilidad lo hacen adecuado para despliegues en entornos austeros o integraciones en sistemas de comando y control de respuesta rápida. Además, puede operar semiautónomamente o integrarse en redes C2 para sincronizarse con fuerzas terrestres durante el combate.
El CEO de Draganfly, Cameron Chell, calificó la demostración en el Pentágono como una validación clave para la innovación táctica de drones de la compañía. A partir del éxito en el programa LUCAS, Draganfly está preparada para impulsar una nueva generación de drones tácticos que combinan autonomía cinética, letalidad modular y adaptabilidad en el campo de batalla.
Con la creciente demanda militar de sistemas de ataque flexibles y desplegables en entornos simétricos y asimétricos, tecnologías como la presentada por Draganfly y MMS modifican el uso de drones pequeños en combate. La iniciativa LUCAS del Pentágono, que promueve drones de combate plug-and-play y bajo costo. UU. y sus aliados hacia plataformas de alto volumen y precisión, lo que facilita posturas de fuerza distribuidas y mayor supervivencia en futuros conflictos.
