El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, votó en contra del nuevo plan para conquistar la ciudad de Gaza aprobado en una sesión nocturna del gabinete. Según su portavoz, la propuesta no avanza lo suficiente y carece de un objetivo decisivo. Smotrich, también ministro adjunto de Defensa, calificó la decisión como “inmoral, poco ética y no sionista”, al considerar que no implica un control militar total ni asegura un resultado concluyente.
El portavoz afirmó que la iniciativa busca únicamente devolver a Hamás a la mesa de negociaciones, lo que no forma parte de los objetivos oficiales de la guerra. Smotrich sostiene que el plan debería centrarse en una ocupación completa del territorio para presionar por la liberación de rehenes y el desmantelamiento total de las capacidades de Hamás. También acusó al primer ministro Benjamín Netanyahu de anunciar metas ambiciosas y luego retirarse sin logros operativos significativos.
Medios israelíes como Israel Hayom y la emisora Kan informaron que Smotrich coincidió con el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, en que el plan no acerca a Israel a sus objetivos de guerra. El ministro afirmó que Netanyahu debe declarar que no aceptará un acuerdo parcial para que Hamás enfrente solo dos opciones: rendirse mediante un pacto o ser destruido. Sin tal declaración, Smotrich considera que la propuesta conduce a un acuerdo incompleto.
En una entrevista con el boletín partidario Ofek, Smotrich afirmó que trabaja para restablecer los antiguos asentamientos de Ganim y Kadim en el norte de Judea y Samaria, evacuados en 2005. Indicó que espera concretar esta medida en las próximas semanas, en coincidencia con el vigésimo aniversario de la retirada de Gaza y de cuatro asentamientos de esa región. En un recorrido por Sa-Nur, expresó su intención de que el restablecimiento se extienda también a esa localidad.
Israel aprobó este año la reconstrucción de los asentamientos de Sa-Nur y Homesh, desmantelados junto con Ganim y Kadim en 2005. Smotrich declaró que el objetivo de estos planes es impedir la formación de un Estado palestino y evitar que se repita un ataque como el del 7 de octubre de 2023. Sostuvo que la mayoría de la población israelí reconoce que la presencia en Judea y Samaria busca prevenir que ciudades del centro del país sufran un ataque similar al registrado en las comunidades fronterizas con Gaza.