Un tribunal alemán ha dictaminado este miércoles que un centro conmemorativo de un campo de concentración nazi tiene derecho a denegar la entrada a quienes porten el pañuelo palestino, conocido como kufiya.
El Tribunal Superior Administrativo del estado oriental de Turingia desestimó la solicitud de una mujer que pretendía acceder al monumento del campo de concentración de Buchenwald llevando una kufiya.
Según informaciones de los medios locales, se le impidió la entrada a la mujer cuando intentó asistir a un acto conmemorativo por el 80.º aniversario de la liberación del campo el pasado mes de abril, ya que llevaba el pañuelo.
A raíz de ello, interpuso una demanda ante los tribunales para que le permitieran volver al centro conmemorativo para otro evento que se celebraría esa misma semana, también con la kufiya.
El tribunal concluyó que el memorial tenía pleno derecho a impedirle el acceso, argumentando que la mujer había declarado que su objetivo era “enviar un mensaje político contra lo que ella consideraba el apoyo unilateral [del centro] a las políticas del Gobierno israelí”.
“Es incuestionable que esto pondría en peligro la sensación de seguridad de muchos judíos, especialmente en este lugar”, declaró el tribunal.
El tribunal estimó que el derecho de la mujer a la libertad de expresión quedaba supeditado, en este caso, al “interés del memorial de mantener el propósito de la institución”.
Alemania, país que todavía busca la expiación por el asesinato de seis millones de judíos en el Holocausto, ha sido uno de los aliados más firmes de Israel.
Sin embargo, en los últimos meses ha endurecido sus críticas a las acciones de Israel en Gaza. El canciller, Friedrich Merz, anunció este mes que no se concederían más licencias de exportación de armas a Israel que pudieran utilizarse en su guerra en Gaza, conflicto desatado por la masacre del 7 de octubre de 2023, liderada por Hamás.
El centro conmemorativo de Buchenwald se enfrentó a críticas el mes pasado por la filtración de un documento interno donde se describía la kufiya como un pañuelo “estrechamente asociado a los intentos de destruir el Estado de Israel”.
El director del memorial, Jens-Christian Wagner, declaró posteriormente que el documento contenía “errores” y tendría que ser reelaborado.
En cuanto a la kufiya, el mes pasado comentó a la cadena de radio y televisión alemana NDR que no era, por sí mismo, “un símbolo prohibido” en el memorial.
“No obstante, cuando se utiliza junto con otros símbolos.. para relativizar los crímenes nazis, pedimos a la gente que se retire esos símbolos”, afirmó.
Aproximadamente 340 000 prisioneros, entre ellos judíos, gitanos, homosexuales y prisioneros de guerra soviéticos, pasaron por Buchenwald y por su anexo Mittelbau-Dora, ambos ubicados cerca de la ciudad alemana de Weimar.
Alrededor de 56 000 personas murieron en Buchenwald —algunas fueron ejecutadas y otras murieron de hambre o por exceso de trabajo—, y otras 20 000 perecieron en Mittelbau-Dora, donde los reclusos trabajaban en los cohetes V1 y V2 de los nazis.