Nueva Zelanda invierte $1,6 mil millones en helicópteros MH-60R y aviones A321XLR para modernizar su flota y reforzar capacidades marítimas.
Modernización de defensa con MH-60R y A321XLR en 2025
El gobierno de Nueva Zelanda anunció el 21 de agosto de 2025 un paquete de modernización de defensa valorado en $1,6 mil millones. Este incluye la adquisición de cinco helicópteros marítimos MH-60R Seahawk y dos aviones Airbus A321XLR. La iniciativa busca actualizar la flota de defensa y fortalecer la postura marítima del país en el Indo-Pacífico, según el ministerio de Defensa neozelandés.
Los helicópteros MH-60R, fabricados por Lockheed Martin, se integrarán a las fragatas clase ANZAC de la Marina Real de Nueva Zelanda. Equipados con sonar AN/AQS-22 ALFS, permiten la detección de submarinos silenciosos a largas distancias. Su radar AN/APS-153(V) identifica periscopios de manera automática. Estas capacidades refuerzan la defensa antisubmarina y la interoperabilidad con aliados como Australia y Estados Unidos.
Los aviones Airbus A321XLR reemplazarán a los Boeing 757, que presentan problemas de mantenimiento. Con un alcance de 8.700 kilómetros, los A321XLR facilitan transporte estratégico, misiones humanitarias y evacuaciones médicas en el Pacífico Sur. Su diseño, compatible con flotas comerciales, optimiza las labores de mantenimiento y la formación de tripulaciones, según el fabricante Airbus.
La inversión forma parte del Plan de Capacidad de Defensa, que eleva el gasto militar al 2% del PIB en ocho años.
Detalles clave de las nuevas adquisiciones
- MH-60R Seahawk porta torpedos Mk 54 y misiles AGM-114 Hellfire.
- A321XLR permite reconfiguración para carga, pasajeros o evacuación médica.
- Ambas plataformas aseguran interoperabilidad con aliados del Indo-Pacífico.
- Inversión de $1,6 mil millones fortalece la vigilancia marítima y la proyección.
Capacidades avanzadas del MH-60R en operaciones marítimas
El MH-60R Seahawk proporciona a Nueva Zelanda capacidades avanzadas de guerra antisubmarina y vigilancia de superficie. Su sistema Link 16 permite el intercambio de datos en tiempo real con aliados. El helicóptero opera desde fragatas clase ANZAC y amplía el alcance de detección más allá de los sensores de los buques, según Lockheed Martin.
El sonar de baja frecuencia AN/AQS-22 permite la detección de submarinos modernos a distancias significativas. El radar AN/APS-153(V) ofrece modos de discriminación avanzados para identificar amenazas de superficie. Estas características permiten a la Marina Real de Nueva Zelanda patrullar extensas áreas marítimas y responder a actividades ilícitas, según el Ministerio de Defensa.
El armamento del MH-60R incluye torpedos ligeros Mk 54 para ataques antisubmarinos y misiles Hellfire para objetivos de superficie pequeños. Sus contramedidas, como el sistema AN/AAR-47 y dispensadores de chaff, proporcionan protección en entornos hostiles. Estas capacidades fortalecen la defensa marítima de Nueva Zelanda, según fuentes oficiales.
La interoperabilidad con los 24 MH-60R de Australia y las fuerzas navales estadounidenses mejora la eficacia en ejercicios multilaterales. Nueva Zelanda participa de manera regular en operaciones conjuntas en el Indo-Pacífico, y los MH-60R aseguran una integración fluida con aliados, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Contexto estratégico del Indo-Pacífico y rol de Nueva Zelanda
La adquisición responde al incremento de la presencia militar de China en el mar de China Meridional y a su influencia en las islas del Pacífico, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. China ha incrementado las visitas navales y los proyectos de infraestructura en la región, lo que genera preocupación entre naciones aliadas como Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos.
Nueva Zelanda mantuvo históricamente una postura de defensa limitada, pero la dinámica regional cambió. La competencia estratégica entre China, Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Japón expuso vulnerabilidades en la vigilancia marítima de Nueva Zelanda, según un informe de la Fuerza de Defensa neozelandesa de 2024.
Las fragatas clase ANZAC, equipadas con MH-60R, patrullarán la zona económica exclusiva de Nueva Zelanda, que abarca 4 millones de kilómetros cuadrados. Los A321XLR apoyarán misiones humanitarias y diplomáticas en el Pacífico Sur para fortalecer la presencia regional del país, según el ministerio de Defensa neozelandés.
La modernización alinea a Nueva Zelanda con los marcos de seguridad colectiva, como la alianza Cinco Ojos y ejercicios conjuntos en el Indo-Pacífico. Las plataformas adquiridas aseguran compatibilidad con las fuerzas de aliados, según el Departamento de Estado de Estados Unidos, para reforzar la cooperación regional.