La Oficina del primer ministro de Israel calificó como “mentira descarada” y “libelo de sangre moderno” la declaración de hambruna emitida por la ONU en partes de la Franja de Gaza. En un comunicado publicado en X, afirmó: “Israel no tiene una política de hambre. Israel tiene una política de prevención del hambre”. También sostuvo que “los únicos que mueren de hambre intencionalmente en Gaza son los rehenes israelíes”.
El mensaje cuestionó el informe del sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), al indicar que ignoró los esfuerzos humanitarios de Israel y no incluyó la reducción en los precios de petróleo, azúcar, sal, harina, levadura y garbanzos. Según la PMO, esta disminución resultó de la entrada de suministros humanitarios en la Franja, aunque no aclaró el origen de los datos sobre precios.
La oficina citó información del Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios que señala el ingreso de millones de toneladas de ayuda a Gaza desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Además, mencionó la Fundación Humanitaria de Gaza, apoyada por Estados Unidos e Israel, junto con ONG autorizadas por Israel, como responsables de la entrega de millones de comidas calientes a la población gazatí.
También informó que en julio, de 1.012 camiones de ayuda recolectados, solo 10 llegaron a los almacenes y el resto fue saqueado antes de su distribución. La PMO acusó a la ONU de rechazar la entrega de cientos de paletas de alimentos desde el cruce de Kerem Shalom. Admitió una “escasez temporal” de ayuda, que Israel afrontó mediante lanzamientos aéreos, envíos marítimos y rutas seguras. Atribuyó esa escasez al “robo sistemático de Hamás”.