El 21 de agosto de 2025, Lockheed Martin obtuvo un contrato de $720 millones con el Ejército de Estados Unidos para continuar la producción de misiles aire-tierra AGM-179 JAGM y AGM-114 Hellfire. Este nuevo acuerdo, que financia el cuarto año de producción de un contrato plurianual, eleva el valor acumulado del contrato a aproximadamente $1.493 millones, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
A diferencia de anuncios previos que hacían referencia genérica a sistemas de misiles aire-tierra, este comunicado especifica explícitamente los misiles Hellfire y JAGM. Según la empresa, se han fabricado más de 145.000 misiles hasta la fecha, lo que evidencia su papel fundamental como arma predilecta en operaciones de precisión críticas.
Distribución y ventas militares al extranjero
El contrato satisface las necesidades del Ejército y la Marina de Estados Unidos y también incluye ventas militares al extranjero a diversos clientes internacionales. En particular, Lockheed Martin detalla que el acuerdo contempla la entrega de 160 misiles JAGM al Reino Unido, así como pedidos de Hellfire para aliados de la OTAN como Polonia, España, República Checa, Italia y un nuevo cliente internacional, Canadá.

El pedido de Hellfire para Polonia se alinea con acuerdos previos de ventas militares estadounidenses para helicópteros AH-64E Apache destinados a la Fuerza Aérea polaca, cuya entrega está prevista a partir de 2028. Polonia adquirió 800 misiles AGM-114R2 para equipar sus nuevos Apaches.
Por su parte, el Reino Unido tiene pendiente un contrato de ventas militares aún más amplio, tras la aprobación por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos de la venta de 3.000 misiles JAGM. Estos misiles equiparán los helicópteros AH-64E del Ejército británico. Italia, tras años de planificación, incorporará misiles AGM-114 Hellfire a sus drones MQ-9A, como parte de su proceso de modernización. De manera similar, Canadá armará con Hellfire sus recientemente adquiridos MQ-9.
AGM-179 JAGM: Guía mejorada y mayor alcance
El misil AGM-179 JAGM, sucesor de programas cancelados anteriormente, conserva las dimensiones del Hellfire, lo que permite utilizar líneas de producción y plataformas de lanzamiento comunes. Su sistema de guía de doble modo combina designación láser con radar de onda milimétrica, a diferencia de las variantes de Hellfire, que empleaban sistemas de guía independientes.
Lockheed Martin ha desarrollado una versión mejorada, el JAGM-MR (de alcance medio), que duplica el alcance de aproximadamente 8 km a unos 16 km, manteniendo las dimensiones originales. Además, esta versión incorpora un sensor de infrarrojo cercano al sistema de guía de doble modo. La ampliación del alcance y la adición del nuevo sensor fueron posibles gracias a un motor cohete renovado y a un sistema de actuación de control electromecánico que reemplazó al anterior sistema neumático, lo que liberó espacio en el misil. Pruebas realizadas en China Lake y demostraciones posteriores confirmaron el alcance extendido del misil y su capacidad para discriminar múltiples objetivos a distancia.
Empowering the Army with precision and reliability! We've recently been awarded a $720 million contract to support the production of JAGM and HELLFIRE missiles.
— Lockheed Martin (@LockheedMartin) August 23, 2025
Get a glimpse of the Joint Air-to-Ground Missile (JAGM) program. 👇 pic.twitter.com/fR0XbYFzFE
El AGM-114 Hellfire
El misil Hellfire, concebido en 1974 como un arma antitanque lanzada desde el aire, entró en servicio en 1984, en el apogeo de la Guerra Fría. Las versiones iniciales, exclusivamente guiadas por láser, fueron diseñadas principalmente para ser empleadas por helicópteros como el AH-64 Apache.
La variante mejorada Hellfire II entró en servicio en Estados Unidos en 1996 y, desde entonces, ha sido ampliamente utilizada en múltiples plataformas. Este misil ganó notoriedad como el arma preferida para drones como el MQ-1 Predator y el MQ-9 Reaper durante la Guerra contra el Terrorismo. Los drones estadounidenses y los misiles Hellfire participaron en operaciones destacadas, como el ataque que detuvo la caravana en fuga del dictador libio Muamar Gadafi, el ataque en Bagdad que eliminó al general iraní Qasem Soleimani y la operación que neutralizó al líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri.
La variante Hellfire II incluye una versión guiada por radar, el Longbow Hellfire, equipada con un radar activo de onda milimétrica que permite operar como arma de disparo y olvido, con capacidad de fijación tras el lanzamiento. El radar Longbow, instalado en la parte superior del rotor de las versiones modernas del Apache, permite al helicóptero atacar objetivos enemigos mientras permanece resguardado, exponiendo únicamente el radar.
Una versión singular del Hellfire es la variante R-9X, equipada con una ojiva cinética con seis cuchillas desplegables que reemplazan los explosivos, reduciendo así el daño colateral. Conocida popularmente como “Misil Ninja” o “Ginsu Volador”, esta variante fue utilizada para eliminar a Ayman al-Zawahiri en Afganistán.
El AGM-114 Hellfire, con un peso de 47 kg (de los cuales 9 kg corresponden a la ojiva) y un alcance de entre 7 y 11 km, también se ha empleado en roles antiaéreos. El primer uso operacional aire-aire ocurrió el 24 de mayo de 2001, cuando un Apache israelí interceptó un Cessna 152 que había ingresado desde el Líbano.
Hellfire en roles contra drones y navales
Tanto el AGM-179 JAGM como el AGM-114 Hellfire continúan evolucionando con mejoras significativas y un empleo diversificado en dominios aéreos, terrestres y navales. Aunque el JAGM ha tenido un uso más limitado debido a su reciente entrada en servicio, el Hellfire se adapta a nuevos roles.
Más allá de su función tradicional como arma de precisión contra blindados, el AGM-114 Hellfire se ha adaptado para contrarrestar sistemas aéreos no tripulados (C-UAS). Durante el ejercicio Red Sands de 2024, realizado conjuntamente por Estados Unidos y Arabia Saudí, helicópteros AH-64 Apache utilizaron Hellfire con éxito para neutralizar drones hostiles. De manera similar, el dron MQ-1C Gray Eagle se probó en un rol C-UAS, empleando misiles Hellfire para interceptar drones en demostraciones con fuego real. En ambos casos, se utilizó la variante AGM-114L Longbow Hellfire, equipada con un radar de onda milimétrica.
La Marina de Estados Unidos también ha incorporado el Hellfire en un rol superficie-aire a bordo de los Buques de Combate Litoral (LCS). Integrado en el Módulo de Misiles Superficie-Superficie (SSMM), el Hellfire permite a los LCS enfrentar rápidamente embarcaciones pequeñas, aeronaves de baja altitud y drones a corta distancia, abordando una de las principales vulnerabilidades defensivas de esta clase de buques. En pruebas recientes, los LCS interceptaron múltiples objetivos aéreos de alta velocidad con Hellfire. Este sistema C-UAS ya se ha desplegado operativamente a bordo del USS Indianapolis en el área de responsabilidad de la Quinta Flota estadounidense.
Además, en 2023, la Marina de Estados Unidos anunció planes para integrar los misiles Hellfire y JAGM en el F-35C Lightning II, junto con el AGM-158 JASSM y el AGM-158C LRASM, como parte de las nuevas armas que se incorporarán a esta plataforma.
Modernización del Hellfire: Ojiva SPEAR
La familia de misiles Hellfire también está en proceso de modernización. Una nueva variante con ojiva de Efectos de Precisión Seleccionables Articulados (SPEAR) permite a los operadores adaptar el patrón de explosión, alternando entre un modo frontal para objetivos puntuales y un modo radial para efectos de área. Esta flexibilidad resulta útil frente a amenazas diversas, desde vehículos blindados hasta tropas desmontadas en entornos urbanos.
La variante SPEAR se integra en plataformas como el MQ-9 Reaper y el AC-130J Ghostrider, ampliamente utilizados por el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos. Este programa forma parte de la iniciativa de Municiones Guiadas de Precisión a Distancia del Pentágono, con fondos adicionales solicitados en el presupuesto de 2026 para acelerar su despliegue. Al reducir la necesidad de configuraciones mixtas de misiles, la ojiva SPEAR mejora la flexibilidad de las misiones y simplifica la logística al disminuir la variedad de armas requeridas.
Implicaciones estratégicas
Este nuevo contrato resalta el papel crucial de los misiles Hellfire y JAGM en los escenarios de amenazas actuales. Al combinar capacidades de apoyo cercano y alcance extendido, el JAGM-MR incrementa la supervivencia de las plataformas de lanzamiento en entornos disputados. La evolución continua del Hellfire, especialmente con la ojiva SPEAR y su adaptación a misiones C-UAS y de defensa naval. Aunque el JAGM se diseñó inicialmente para reemplazar al Hellfire, este último, probado en combate, continuará siendo relevante en los años venideros.