El Ejército chino experimenta con vehículos no tripulados controlados por FPV en asaltos urbanos. Así, fusiona la robótica con la infantería tradicional en escenarios de combate.
Integración de vehículos robóticos para apoyo en combate urbano
Imágenes recientes de la televisión estatal china, CCTV, revelaron un ejercicio de entrenamiento inédito de la Fuerza Terrestre del Ejército Popular de Liberación. Unidades de infantería blindada del 83º Grupo de Ejército, Comando Central del Teatro, experimentaron con vehículos terrestres no tripulados armados con lanzacohetes. Estos sistemas se operaron de forma remota a través de gafas de vista en primera persona y manipuladores manuales. El esfuerzo del EPL expande las capacidades de guerra robótica en entornos semiurbanos.
El ejercicio de entrenamiento incluyó la integración de vehículos de combate de infantería Tipo 08 (ZBL-08), desmontes de infantería equipados con lanzacohetes de 120 mm, ametralladoras pesadas y sistemas terrestres no tripulados recién introducidos que montan armas tipo cohete y granada. Una adición notable es que algunos drones también portan altavoces. Esto sugiere aplicaciones potenciales en operaciones psicológicas o control de multitudes. Los robots avanzan junto con la infantería y los blindados. Los robots proporcionan fuego de supresión contra posiciones fortificadas en el campo de batalla semiurbano simulado.
🇨🇳"CHINA DEPLOYS ARMED ROBOTIC DOGS IN LIVE-FIRE DRILLS"
— WORLD AT WAR (@World_At_War_6) August 5, 2025
The Chinese People’s Liberation Army (PLA) has conducted exercises featuring armed robotic dogs equipped with assault rifles and first-person view (FPV) drones, focusing on their integration in tactical scenarios like… pic.twitter.com/1hfUQzNpwG
Los sistemas no tripulados se pilotaron de forma remota con gafas FPV y controladores portátiles. Esto replica métodos ampliamente adoptados en drones aéreos de pequeño tamaño. Ello permite a los operadores maniobrar los vehículos desde posiciones seguras a la vez que conservan el conocimiento de la situación en tiempo real. El desarrollo de tales sistemas ha seguido la trayectoria más amplia del EPL de integración robótica. Pasó de drones de reconocimiento a plataformas más fuertemente armadas capaces de apoyar a la infantería mecanizada en sus operaciones tácticas.
El sistema del EPL representa un paso más cerca del despliegue listo para el combate, en comparación con los conceptos previos de activos terrestres a control remoto. Históricamente, proyectos como el Uran-9 ruso o los experimentos del Ejército de Estados Unidos con vehículos robóticos armados enfrentaron desafíos en autonomía, confiabilidad e integración con las tropas. El enfoque chino, el control simple y directo a través de sistemas FPV, elude algunos de estos obstáculos, lo cual hace que los sistemas sean más utilizables de inmediato en combate.
Capacidades y tácticas de guerra robótica
- Las unidades de infantería blindada del 83º Grupo de Ejército participaron en el ejercicio.
- Los vehículos no tripulados se arman con lanzacohetes y granadas.
- El control remoto utiliza gafas FPV y controladores manuales.
Implicaciones estratégicas de los nuevos drones en guerra moderna
Las implicaciones estratégicas son significativas. Para China, el despliegue de drones terrestres controlados a distancia aumenta su capacidad para librar una guerra urbana de alta intensidad. Esta capacidad reduce los riesgos para los soldados en posiciones expuestas. Geopolíticamente, el despliegue señala la determinación de Beijing de alcanzar y potencialmente superar a los ejércitos rivales en la guerra robótica. A nivel regional, el sistema suma una nueva capacidad al programa de modernización del EPL, que ya resalta la autonomía, la integración de IA y la potencia de fuego avanzada.
Militarmente, tales activos podrían alterar el cálculo de la protección de la fuerza. Ello permite a los escuadrones de infantería ingresar a zonas en disputa con puntas de lanza no tripuladas. Estas plataformas se diseñan para absorber el contacto inicial y neutralizar las defensas enemigas. La demostración del 83º Grupo de Ejércitos subraya cómo China avanza hacia la integración práctica en el campo de batalla de vehículos robóticos. Estos sistemas se ven como activos funcionales que refuerzan a la infantería y las formaciones blindadas.
Al equipar plataformas terrestres no tripuladas con lanzacohetes y controlarlas a través de sistemas FPV, el EPL establece los fundamentos para una nueva fase de guerra de armas combinadas. En esta fase, las máquinas se adelantan a los soldados en áreas de riesgo. Este movimiento ilustra la intención de Beijing de redefinir sus capacidades de combate terrestre y señala a la comunidad de defensa internacional que la era de la guerra terrestre robótica se acerca más rápido de lo que se esperaba inicialmente.
La relevancia del desarrollo radica en el esfuerzo del EPL por expandir las capacidades de guerra robótica en entornos semiurbanos. Ello indica un cambio potencial en las tácticas modernas del campo de batalla. Este desarrollo destaca la creciente dependencia de Beijing en el trabajo en equipo con y sin tripulación en combate de alta intensidad, un enfoque que maximiza la efectividad en el campo.