La Fuerza Aérea y Espacial Francesa desplegó dos cazas Mirage 2000D RMV en la Base Aérea 188 “coronel Massart” en Yibuti. Estas aeronaves se integraron al Escuadrón de Cazas 3/11 “Corse”, que ya operaba tres Mirage 2000-5F, con lo cual se amplió la capacidad de reacción rápida de Francia en el Cuerno de África y se incrementó la vigilancia sobre corredores marítimos estratégicos.
El Mirage 2000D RMV es un avión de ataque polivalente biplaza derivado de la serie Mirage 2000, diseñado para misiones de ataque profundo y de precisión. Utiliza un fuselaje de ala delta propulsado por un motor turbofán SNECMA M53-P2 con 95 kN de empuje y cuenta con aviónica modernizada, cabina digital y compatibilidad con el sistema de enlace de datos NATO Link 16. Su capacidad aire-tierra incluye municiones guiadas por láser y GPS, junto con suites de guerra electrónica actualizadas.
Esta variante proporciona una plataforma flexible para misiones de interdicción, apoyo aéreo cercano y contraataque defensivo. Emplea misiles MICA IR para combates aéreos de corto alcance y bombas guiadas de precisión que permiten ataques contra objetivos de alto valor con menor daño colateral. Además, puede integrarse a operaciones conjuntas mediante redes de mando y control estandarizadas por la OTAN, lo que facilita su interoperabilidad en despliegues multinacionales.
El estacionamiento de estos cazas en Yibuti responde a una necesidad estratégica y a la política de defensa francesa a largo plazo. La ubicación de la base, en la intersección del mar Rojo, el Golfo de Adén y el océano Índico, permite mantener presencia militar permanente para disuadir amenazas, proteger fuerzas francesas y aliadas y asegurar la navegación en el estrecho de Bab el-Mandeb.
La llegada de los Mirage 2000D RMV coincide con la renovación en 2024 del acuerdo bilateral de defensa con Yibuti, que extendió por veinte años la presencia militar francesa. Esta base es la instalación de ultramar más grande de Francia y sirve como punto central para operaciones antiterroristas, patrullas antipiratería y apoyo a fuerzas terrestres desplegadas en África Oriental.
Pese a la ampliación de su carga de combate, el medio Air Fan reportó que no se financió la integración de simbología aire-aire en la cápsula de cañón de 30 mm, lo que reduce su eficacia contra drones y helicópteros en escenarios de combate aéreo. Sin embargo, la incorporación de estas aeronaves refuerza la capacidad francesa para sostener operaciones aéreas en una región con competencia internacional creciente e inestabilidad persistente.