El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirma que está “observando de cerca”, pero que “no opinará” hoy sobre si la administración Trump respalda la anexión de Judea y Samaria por parte de Israel.
Mientras evitaba responder sobre la postura de Washington respecto a la controvertida medida durante una conferencia de prensa en Ecuador, Rubio declara que Estados Unidos anticipó que Israel adoptaría tales medidas como reacción al reconocimiento del Estado palestino por parte de países occidentales.
“Les dijimos a todos esos países: ‘Si hacen estas cosas de reconocimiento, no habrá un Estado palestino, porque esa no es la forma en que surgirá un Estado palestino, con una conferencia de prensa en algún lugar. Les advertimos que eso conduciría a acciones recíprocas y complicaría un alto el fuego’”, señala Rubio.
“En cuanto a lo que sucede con Judea y Samaria y la anexión, no es algo definitivo. Es un tema que se discute entre algunos sectores de la política israelí”, añade.
El primer ministro Benjamin Netanyahu tenía previsto realizar una consulta ministerial esta noche para tratar el asunto, según informó un funcionario israelí a principios de esta semana.
“Lo estamos observando de cerca. No voy a opinar sobre eso hoy”, reitera Rubio.
Rubio repite después su afirmación de que el anuncio francés del 24 de julio, en el que comunicó que reconocería un Estado palestino en la ONU en septiembre, llevó a Hamás a plantear sus exigencias en las negociaciones. Los diplomáticos árabes lo disputaron y explicaron que Hamás ya había presentado su respuesta ese mismo día, varias horas antes de la declaración de París, y que Israel y Estados Unidos habían rechazado esa respuesta.
También se le preguntó al secretario de Estado sobre su decisión de la semana anterior de prohibir que los líderes de la Autoridad Palestina asistieran a la Asamblea general de la ONU a finales de este mes y sobre si Washington considera ilegítima a la Autoridad Palestina.
“La Autoridad Palestina tiene su propio conjunto de problemas”, responde.
Abbas firmó un decreto en febrero que puso fin a la política anterior y la sustituyó por una nueva, que la Autoridad Palestina comenzó a aplicar. En junio, Ramallah invitó a Estados Unidos a certificar que la nueva política ya estaba en vigor, aunque la administración Trump todavía no ha enviado una delegación a Ramallah.