El ministro de Asuntos Exteriores de España afirmó que apoyaría la expulsión de Israel Premier Tech de la Vuelta a España después de que el equipo fuera objeto de una protesta propalestina que interrumpió la carrera.
José Manuel Albares indicó el jueves por la noche que “entendería y apoyaría” la retirada del equipo israelí, aunque añadió que su gobierno no tiene autoridad para imponerla. Hizo la declaración en respuesta a una pregunta de un periodista.
“Debemos enviar un mensaje a Israel y a la sociedad israelí de que Europa e Israel solo pueden mantener relaciones normales cuando se respetan los derechos humanos”, dijo Albares.
La protesta del miércoles en la ciudad norteña de Bilbao se dirigió contra Israel Premier Tech en medio de la guerra en curso en Gaza. La manifestación generó escenas caóticas, con una multitud empujando las barreras metálicas temporales a lo largo de los últimos kilómetros del recorrido, mientras la policía y el personal de seguridad intentaban contenerla. Muchos manifestantes portaban banderas palestinas y carteles propalestinos.
Los organizadores de la carrera cancelaron la etapa a unos 10 kilómetros (6,2 millas) del final de la ruta circular de ida y vuelta a Bilbao. No se declaró un ganador de etapa.
Tras el incidente, los organizadores de la Vuelta emitieron un comunicado en el que condenaron los “eventos ocurridos” y respaldaron el derecho a la protesta pacífica.
“La Vuelta respeta y defiende el derecho a la manifestación pacífica en el marco del evento, pero no puede tolerar actos que pongan en riesgo la seguridad física de los participantes o de cualquier miembro de la caravana de la carrera”, señala el comunicado.
No obstante, el director técnico de la Vuelta, Kiko García, sugirió que Israel Premier Tech debería plantearse retirarse o que la UCI, el organismo rector del ciclismo, interviniera, debido al riesgo de nuevas protestas si continuaba compitiendo.
“En algún momento alguien tendrá que decidir si protegemos un evento internacional como la Vuelta o si protegemos a un equipo”, dijo García, y añadió que espera que “el equipo israelí comprenda que su presencia aquí no contribuye a la seguridad de los demás”.
Israel Premier Tech, en cambio, declaró que no se retiraría.
“Cualquier otra medida establecería un precedente peligroso en el ciclismo, tanto para Israel Premier Tech como para todos los equipos”, afirmaron.