El gigante de la defensa israelí Elbit Systems cerró de manera discreta una de sus principales instalaciones en el Reino Unido recientemente, según un informe publicado el sábado, después de haber sido atacada en repetidas ocasiones por activistas del grupo de protesta Acción Palestina, ahora proscrito.
De acuerdo con un reporte de The Guardian, la fábrica de Elbit en la ciudad suroccidental de Bristol estaba vacía cuando los periodistas visitaron el lugar esta semana.
Fuera de la puerta solo se encontraba un guardia de seguridad, no había personal en el interior y la fábrica parecía cerrada, según el informe.
Elbit Systems UK no respondió a la solicitud de comentarios del diario.
Según el reporte, el contrato de arrendamiento de la empresa en el sitio no vence hasta 2029.
Acción Palestina, el grupo activista antiisraelí ahora ilegalizado, atacó en repetidas ocasiones la instalación con actos de vandalismo, allanamientos y otras interrupciones desde el inicio de la guerra en Gaza, tras los ataques dirigidos por Hamás el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel.
El grupo afirmó que el objetivo era el nuevo centro de investigación y desarrollo de Elbit, valorado en 35 millones de libras ($43 millones). El sitio web de Elbit señala que su filial en el Reino Unido emplea a 680 personas en 16 sedes, con participación en múltiples programas para el ejército británico.
Elbit Systems opera de manera independiente de su organización matriz en Israel, y anteriormente declaró a la BBC que las afirmaciones sobre el suministro de estas instalaciones al ejército israelí son “completamente falsas”.
Otra instalación de Elbit en el área de Bristol también fue atacada por Acción Palestina, incluido un incidente ocurrido en agosto pasado en el que dos decenas de activistas fueron arrestados por cargos que incluyeron robo, daños criminales, desorden violento y agresión a un agente de policía con un mazo.
El gobierno del Reino Unido proscribió a Acción Palestina como organización terrorista en julio, después de que dos aviones fueran vandalizados en una base de la Royal Air Force, con daños estimados en 7 millones de libras esterlinas ($9,3 millones). Más de 700 personas han sido arrestadas, en su mayoría durante manifestaciones, desde que el grupo fue ilegalizado bajo la Ley de Terrorismo de 2000. Un total de 114 de los detenidos han sido acusados.
Organizaciones de derechos humanos han condenado la prohibición por considerarla una extralimitación legal y una amenaza a la libertad de expresión; sin embargo, el gobierno británico ha defendido la medida, argumentando que se dirige a una organización específica con un historial de actividad delictiva.