El entrenador de la selección nacional de fútbol de Israel afirmó que está “apoyando a mi país” en medio de llamados para suspender al equipo de la competencia internacional debido a la guerra en Gaza, y añadió que “nos encontramos en una situación muy complicada”.
Israel recibe hoy a Italia en Hungría en un partido de clasificación para la Copa del Mundo, y la Asociación Italiana de Entrenadores de Fútbol comunicó el mes pasado que había enviado una carta formal solicitando la suspensión de Israel.
“Tenemos una moral extraordinaria y un país increíble”, declaró el entrenador de Israel, Ran Ben-Shimon. “Confío en mi gente. Confiamos en nuestro ejército y en nuestros soldados. Y estoy apoyando a mi país”.
Ben-Shimon añadió que no prestaba atención a las críticas “delante de mí”, porque “mi mirada está en quienes me respaldan, y esa es nuestra gente. Jugamos para ellos, para brindarles momentos de felicidad”.
La UEFA confirmó que los jugadores de Israel usarían brazaletes negros durante el partido, después de que atacantes palestinos abrieran fuego en una parada de autobús en Jerusalén esta mañana. Seis personas murieron y otras once resultaron heridas en el ataque.