Israel aceptó la última propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para liberar rehenes y establecer un acuerdo de alto el fuego con Hamás en Gaza, informó el martes el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, horas antes de que Israel atacara a los líderes de Hamás en bombardeos aéreos en la capital qatarí, lo que genera más dudas sobre la viabilidad del acuerdo.
Los ataques tuvieron como objetivo la sede de Hamás en Doha, donde los líderes del grupo terrorista se reunieron para discutir la propuesta estadounidense, según fuentes de Hamás, un día después de que el primer ministro qatarí presionara al grupo para que aceptara el acuerdo.
Según funcionarios israelíes, el ataque apuntó a los principales líderes de Hamás, incluido Khalil al-Hayya, el jefe exiliado del grupo terrorista en Gaza y principal negociador. Fuentes de Hamás indicaron que los altos funcionarios atacados sobrevivieron.
“La guerra en Gaza puede terminar mañana”, dijo Sa’ar durante una conferencia de prensa en Croacia. “Estamos preparados para aceptar un acuerdo que ponga fin a esta guerra, basado en la decisión del gabinete”, agregó, al señalar que Israel tenía dos condiciones para finalizar la guerra: liberar todos los rehenes y desarmar a Hamás.
Esta última condición “garantiza un futuro mejor para los habitantes de Gaza y para los palestinos allí”, ya que Hamás representa “un problema para los palestinos y para la región”, indicó.
Estados Unidos e Israel aún no han proporcionado detalles de la propuesta, aunque los informes indican que contempla liberar de inmediato a todos los rehenes retenidos en Gaza dentro de 48 horas a cambio de una garantía estadounidense de que Israel no reanudará las hostilidades posteriormente.
El Canal 12 informó el domingo que, según la nueva propuesta, la retirada de Israel de Gaza sería gradual, pero se implementaría principalmente al inicio del alto el fuego. Los negociadores tendrían entonces 60 días, o el tiempo necesario, para acordar el desarme de Hamás, los detalles de la retirada israelí y un gobierno alternativo para Gaza.
“Los israelíes y los palestinos han sufrido bastante”, dijo Sa’ar. “Mientras Hamás permanezca en el poder, el sufrimiento de ambos lados no terminará”.
El lunes, el primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, presionó a los líderes de Hamás para que respondieran positivamente a la propuesta estadounidense durante las conversaciones en Doha, según un funcionario informado sobre los encuentros.
“El primer ministro qatarí instó a Hamás a responder favorablemente a la última propuesta estadounidense, transmitida mediante mediadores para asegurar un alto el fuego y liberar rehenes en Gaza”, indicó el funcionario.
Tras los ataques en Doha el martes, un alto funcionario qatarí criticó a Israel, al afirmar que la operación se produjo cuando Doha trabajaba para avanzar en el nuevo marco del acuerdo de rehenes elaborado la semana pasada por el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff.
“Hamás recibió la nueva propuesta de Estados Unidos a través de nosotros, que obtuvimos de Witkoff la semana pasada en París. El primer ministro de Qatar, Mohammed Abdulrahman Al Thani, se reunió ayer con los negociadores de Hamás. La delegación decidió realizar otra reunión hoy para discutir la propuesta, después de trasladarse de Turquía a Qatar, donde ocurrió el ataque”, explicó el funcionario.
“Sin embargo, como ocurrió antes, los israelíes socavaron las esperanzas de paz, al prolongar la guerra y dificultar los esfuerzos por devolver a los rehenes”, añadió el alto funcionario qatarí.
Según medios hebreos, Qatar informó a Israel que suspende su papel como mediador en las conversaciones con Hamás tras los ataques en su territorio, lo que efectivamente terminó con las negociaciones que se realizaban en Doha.
Incluso antes de los ataques, una fuente mediadora árabe indicó el lunes que era poco probable que la propuesta estadounidense tuviera éxito, ya que Hamás no confía en la garantía de Washington de que Israel no reanudaría las hostilidades tras liberar los rehenes.
Hamás ha rechazado liberar de inmediato a todos los rehenes sin garantías concretas de que Israel no reanudará la guerra. En el pasado, buscó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que sancionara a Israel si volvía a luchar.
La fuente mediadora árabe indicó que las garantías estadounidenses no resultan suficientes, al señalar que la administración Trump respaldó la decisión israelí de reanudar la guerra en marzo, en lugar de avanzar a la segunda fase del acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes vigente en ese momento.
Otro posible punto de fricción, según el periódico saudí Asharq Al-Awsat, es que Hamás consideró imposible liberar a los 48 rehenes de Gaza al inicio del alto el fuego, ya que los restos de algunos cautivos asesinados resultan inaccesibles por la presencia de las FDI en Gaza.
El primer ministro Benjamin Netanyahu aún no ha convocado una reunión de gabinete para discutir la propuesta estadounidense, que podría enfrentar el rechazo de sus socios de coalición debido a la exigencia de retirarse de Gaza, donde muchos prevén que Israel restablezca los asentamientos.
Los grupos terroristas de Gaza retienen 48 rehenes, incluidos 47 de los 251 secuestrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, lo que desencadenó la guerra.
Entre ellos se encuentran los cuerpos de al menos 26 muertos confirmados por las FDI. Se estima que veinte están vivos, y existen serias preocupaciones por el bienestar de otros dos, indicaron funcionarios israelíes. Entre los cuerpos retenidos figura un soldado de las FDI asesinado en Gaza en 2014.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás, informa que más de 64.000 personas han muerto o se presume que han muerto en los combates hasta el momento, aunque la cifra no se puede verificar ni diferencia entre civiles y combatientes. Israel indica que ha matado a más de 22.000 combatientes en batalla hasta agosto y a otros 1.600 terroristas dentro de Israel durante el ataque del 7 de octubre.
Israel ha afirmado que busca minimizar las muertes civiles y subraya que Hamás utiliza a la población como escudos humanos y ataca desde hogares, hospitales, escuelas y mezquitas.
El número de víctimas israelíes en la ofensiva terrestre contra Hamás en Gaza y en operaciones militares a lo largo de la frontera asciende a 465, incluidos dos policías y tres contratistas civiles del Ministerio de Defensa.