Aunque Israel emitió una orden de evacuación que abarca toda la ciudad de Gaza, donde en algún momento se refugiaron aproximadamente un millón de palestinos, muchos de los que permanecen allí afirman que salir resulta “simplemente imposible”, según declaró el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
“El transporte puede costar más de 1.000 dólares; la carretera costera que la población utilizaría apenas se puede transitar, y los lugares de acogida en el sur están saturados, como hemos descrito antes”, afirmó Dujarric en una conferencia de prensa, citando informes de funcionarios humanitarios de la ONU en el terreno.
“La mayoría de las personas ya han sido desplazadas en numerosas ocasiones. Están exhaustos, sin dinero y con hambre”, añadió.
Aun así, alrededor de 9.400 personas consiguieron salir del norte de Gaza hacia el sur, lo que eleva el total desde mediados de agosto a casi 62.000 desplazados, señaló el portavoz de la ONU.
“En toda Gaza, la población vive al aire libre, en refugios improvisados hechos con lonas deterioradas. Un nuevo suministro de tiendas de campaña comenzó a llegar a Gaza tras meses de bloqueo impuesto por las autoridades israelíes”, indicó.
Imágenes satelitales de la ONU mostraron a unas 1.500 personas viviendo en tiendas a lo largo de la costa de Gaza, expuestas a un alto riesgo de ser arrastradas por las mareas en un litoral ya saturado.
Pese a la orden de evacuación de la ciudad de Gaza, la ONU estima que muchos seguirán en el norte de la Franja.
“Independientemente de las órdenes de desplazamiento o de que las autoridades israelíes designen ciertas zonas como ‘humanitarias’ o ‘peligrosas’, la seguridad no está garantizada en ningún lugar de la Franja de Gaza. OCHA recuerda que los civiles deben recibir protección en cualquier sitio donde se encuentren”, afirmó Dujarric.
El portavoz explicó que las restricciones israelíes, en especial el nuevo proceso de registro para las ONG que intentan operar en Gaza, provocaron numerosos retrasos en la recolección y el transporte de ayuda desde la frontera sur.
En relación con Judea y Samaria, Dujarric señaló que la respuesta de seguridad de Israel tras un atentado mortal con arma de fuego en Jerusalén dejó a cientos de miles de palestinos bloqueados durante horas en puestos de control recién instalados.
Varias zonas quedaron aisladas por estos retenes, entre ellas el enclave de Biddu, en el centro de Judea y Samaria, donde viven unas 40.000 personas y que fue cerrado por completo, agregó.