La empresa checo-ucraniana UAC presentó el sistema de ataque aéreo no tripulado MACE en la exposición internacional de equipo de defensa y seguridad DSEI 2025, que tuvo lugar en Londres entre el 9 y el 12 de septiembre. Esta munición merodeadora combina funciones de reconocimiento de objetivos con protecciones contra la guerra electrónica, lo que la hace ideal para operaciones de precisión. El evento atrajo a fabricantes de armamento de varios países. UAC, con base en Kolín, República Checa, mostró este desarrollo dentro de su catálogo orientado a mercados europeos y aliados de la OTAN.
UAC surgió como una sociedad de responsabilidad limitada con el propósito de ampliar la producción de sistemas aéreos no tripulados. Esta entidad opera como filial de la compañía ucraniana DeViRo, que produce drones militares desde 2014. La empresa checa posee derechos completos de propiedad intelectual y fabrica sus productos en la Unión Europea. Además, cuenta con un código de entidad comercial y gubernamental de la OTAN, registrado bajo el número 8400G.
Entre los productos de UAC figuran complejos de hardware y software para patrullaje y mapeo de terreno. Modelos como Stork LR y Stork 1000 permiten operaciones diurnas y nocturnas en contextos de seguridad fronteriza y corrección de fuego de artillería. El MACE constituye la versión de exportación del sistema ucraniano Bulava. Su producción en serie comenzó en instalaciones checas para entregar unidades solo a las fuerzas armadas de Ucrania, con proyecciones de fabricar cientos en los meses venideros.
El diseño del MACE atiende a demandas operativas en entornos hostiles. Este dispositivo mide 1,56 metros de longitud total y presenta una envergadura de alas de 1,92 metros. Su peso al despegue ronda los 11,5 kilogramos, con una variación posible de 0,5 kilogramos. Incorpora un cabezal explosivo de 2,5 kilogramos, también con tolerancia de 0,5 kilogramos, que une efectos acumulativos y de fragmentación.
Este cabezal penetra hasta 200 milímetros de blindaje homogéneo laminado y produce impactos termobáricos en un área de 40 metros cuadrados. Tales atributos lo convierten en una herramienta efectiva para destruir vehículos blindados e infraestructuras. El sistema se transporta en una caja de dimensiones 1.620 por 415 por 360 milímetros. Esta configuración simplifica el despliegue logístico en el campo.
En términos de rendimiento aéreo, el MACE alcanza una autonomía de hasta 75 minutos. Mantiene una velocidad de crucero entre 20 y 25 metros por segundo, lo que equivale a 72 y 90 kilómetros por hora. Soporta temperaturas de -30 a +50 grados Celsius y resiste vientos de hasta 20 metros por segundo. Estas cualidades garantizan su funcionalidad en diversas condiciones climáticas.
Su altitud operativa máxima llega a 2.000 metros. El lanzamiento ocurre mediante una catapulta neumática, con propulsión de un motor eléctrico que asegura silencio. El control depende de un piloto automático que admite modos automáticos y de navegación. Esta tecnología permite ajustes en vuelo sin que el operador intervenga de forma constante.
Las habilidades de reconocimiento y ataque del MACE provienen de una integración tecnológica avanzada. Este sistema identifica y neutraliza objetivos con exactitud. Emplea un mecanismo de guiado automático fundado en visión por computadora, que captura blancos tras el lanzamiento. De manera alternativa, el operador ingresa coordenadas preprogramadas para impactos dirigidos.
Esta funcionalidad se enriquece con operaciones diurnas y nocturnas, lo que extiende su aplicación en misiones de vigilancia ininterrumpida. Además, el MACE colabora con otras plataformas no tripuladas. Forma redes de reconocimiento y ataque conjuntos, en las que drones de exploración envían datos para dirigir las municiones merodeadoras hacia los blancos seleccionados.
Una ventaja principal radica en su resistencia a la guerra electrónica. Incluye defensas contra interferencias en señales GPS y GLONASS, así como contra falsificaciones de navegación. Cuando detecta amenazas, el sistema pasa de inmediato a navegación inercial con corrección de errores. De esta forma, preserva la trayectoria hacia el objetivo sin enlaces externos frágiles.
Los canales de comunicación aplican encriptación AES de 128 o 256 bits, lo que protege la integridad de los datos. La telemetría y la transmisión de video cubren hasta 35 kilómetros en línea de vista directa. Esta distancia se amplía a 100 kilómetros mediante tecnología MESH, que facilita la retransmisión de señales entre unidades.
Tal arreglo permite operaciones en enjambre. Múltiples MACE establecen comunicación digital bidireccional para compartir información en tiempo real. Así, los drones relevan señales mutuamente y coordinan tareas de exploración o combate en formaciones amplias. Esta dinámica eleva la efectividad en escenarios con alta densidad de amenazas.
El detonador electroeléctrico se activa de modo autónomo al impacto, lo que asegura la precisión del ataque. El MACE se incorpora a tácticas que abarcan patrullaje profundo, corrección de artillería y destrucción selectiva de activos enemigos. Estas estrategias responden a necesidades identificadas en conflictos recientes.
La exhibición en DSEI 2025 sitúa al MACE en una tendencia general del sector de defensa en Europa Central y Oriental. Allí, las innovaciones en municiones merodeadoras persiguen soluciones asequibles y adaptables. UAC, al mostrar este sistema junto a otros, aspira a fortalecer su posición en mercados internacionales. Se alinea con estándares de la Unión Europea y la OTAN.
UAC participa en eventos como el Foro de Tecnología de Defensa Reino Unido–Ucrania y la Exposición LAAD de Defensa y Seguridad. En estos foros, demuestra sus capacidades productivas. La empresa administra un centro de servicios y una escuela de pilotos para entrenar a operadores en el uso de sus sistemas.
El desarrollo del MACE surge de la colaboración entre elementos checos y ucranianos. La producción se localiza en la República Checa para optimizar la cadena de suministro. DeViRo, la matriz ucraniana, ha entregado drones a más del 90 por ciento de las brigadas militares ucranianas desde que inició actividades.
UAC ha cumplido un contrato multimillonario para sistemas aéreos no tripulados modernos. Este logro resalta su habilidad para escalar la fabricación, con foco en la adaptación a requisitos específicos de las fuerzas armadas.
En aplicaciones prácticas, el MACE participa en misiones que involucran interacción con municiones de barrera. Este rol trasciende el ataque directo. Su diseño eléctrico minimiza la firma acústica, lo que beneficia operaciones encubiertas. Los datos de telemetría abarcan parámetros de vuelo en tiempo real, enviados de forma segura para supervisión remota.
La empresa ha recibido delegaciones internacionales, como una de Nigeria, en sus instalaciones para examinar procesos de producción. UAC posee certificaciones que cumplen normas internacionales de manufactura. Su dirección prioriza la innovación continua.
El sistema MACE se integra en un portafolio que incluye drones de reconnaissance profunda para mapear terrenos extensos. La exposición en DSEI 2025 presentó demostraciones de integración con otros equipos. Estas muestras destacaron su versatilidad en entornos multimodales.