El Gobierno griego considera la compra de ocho a doce F-35A adicionales por retrasos en las negociaciones de actualización de F-16 con Lockheed Martin desde hace cinco años.
Negociaciones intermitentes por modernización de F-16 Block 50 en Grecia
El Gobierno de Grecia evalúa la adquisición de entre ocho y doce aviones de caza F-35A Lightning II adicionales, en lugar de proceder con la modernización de sus 38 F-16C/D Block 50, debido a los retrasos en las negociaciones con la empresa Lockheed Martin que se prolongan desde hace cinco años. Atenas firmó en julio de 2024 un acuerdo por $3.500 millones para obtener 20 unidades iniciales de estos aparatos de quinta generación, con entregas previstas a partir de 2028, y ahora considera la activación de parte de la opción para 20 más después de 2030, según informes de fuentes oficiales griegas. Esta decisión aparece en un contexto donde la actualización de los F-16, en servicio desde 1997, se proyecta para completarse entre 2031 y 2032, lo que genera una variante que requiere mantenimiento adicional poco después de su implementación.
Las conversaciones con Lockheed Martin para elevar los 38 F-16 Block 50 al estándar Block 70 han avanzado de manera intermitente, con una reducción significativa en el costo estimado. Inicialmente valorado en 1.900 millones de euros, el programa se ajustó a aproximadamente 900 millones de euros tras concesiones de las autoridades estadounidenses, lo que incluye la integración de sistemas avanzados como radares AN/APG-83, computadoras de misión mejoradas y equipos de aviónica compatibles con otros aparatos en la flota helénica. Sin embargo, los planificadores de defensa en Atenas expresan inquietud porque, incluso con esta modernización, los aviones resultan en una plataforma que no alcanza plena compatibilidad con los F-35 y los Rafale franceses ya incorporados, y que demanda inversiones futuras para mantener su operatividad más allá de la próxima década.
De este modo, la preferencia por más F-35 busca asegurar una flota unificada y de largo alcance, capaz de operar en entornos conjuntos con aliados de la OTAN. La Fuerza Aérea Helénica cuenta actualmente con una estructura diversa de aviones de caza, que incluye 83 F-16 modernizados al nivel Viper Block 70, de los cuales 40 ya se entregaron y se integraron en unidades operativas. Estos aparatos, equipados con radares de barrido electrónico activo y sistemas de enlace de datos avanzados, operan en coordinación con los 24 Rafale adquiridos a Francia, que incorporan capacidades de ataque multifunción y sensores de detección pasiva.
La incorporación de los primeros 20 F-35A, producidos bajo el esquema de Ventas Militares Extranjeras de Estados Unidos, fortalece esta interoperabilidad, ya que los ocho iniciales se ensamblan en instalaciones estadounidenses y los restantes en Italia, con un paquete que abarca entrenamiento para pilotos, simuladores y soporte logístico por varios años. Además, Grecia invierte cerca de 300 millones de euros en la actualización de la base aérea de Andravida a estándares de la Alianza Atlántica, lo que facilita el mantenimiento y las operaciones de estos aviones furtivos, equipados con motores Pratt & Whitney F135 y sistemas de guerra electrónica integrados.
Aspectos clave de la flota aérea helénica y sus actualizaciones
- Atenas firmó en julio de 2024 un acuerdo por $3.500 millones para 20 F-35A iniciales, con entregas desde 2028.
- Negociaciones para modernizar 38 F-16 Block 50 se ajustaron de 1.900 a 900 millones de euros.
- Fuerza Aérea Helénica integra 83 F-16 Viper Block 70 y 24 Rafale para interoperabilidad.
- Grecia invierte 300 millones de euros en base de Andravida para operaciones de F-35.
- F-35A ofrece proyecciones operativas hasta 2040 y compatibilidad con sistemas OTAN.
Exploración de opciones para aeronaves de quinta generación en Grecia
En paralelo, el ministerio de Defensa Nacional griego explora opciones para aeronaves de transporte que complementen la modernización aérea, aunque el enfoque principal recae en los cazas de quinta generación para responder a las necesidades estratégicas en el Mediterráneo oriental. Los F-35A, con su capacidad para evadir radares enemigos mediante superficies compuestas y recubrimientos absorbentes, se suman a los esfuerzos de Atenas por mejorar sus capacidades defensivas, especialmente tras la aprobación del Congreso estadounidense en enero de 2024 para la venta inicial, que coincidió con autorizaciones similares para Turquía en F-16 Block 70.
No obstante, las autoridades helénicas priorizan la adquisición de tecnología que proporciona ventaja cualitativa, dado que los F-16 Block 50, sin actualización, enfrentan obsolescencia en un plazo corto, mientras que los F-35 ofrecen proyecciones operativas hasta 2040 y más allá. Los detalles técnicos de los F-35A incluyen un radar multifunción AN/APG-81, sensores electroópticos distribuidos y un sistema de enlace de datos MADL que permite compartir información en tiempo real con otros activos aliados.
Grecia, como el decimonoveno país en unirse al programa global de este avión, beneficia de la red de producción internacional, donde Lockheed Martin coordina con proveedores como Leonardo en Italia para el ensamblaje final. Esta expansión potencial de la flota F-35 sustituye la modernización de los Block 50 y también permite la reasignación de recursos para otros programas, como la mejora continua de los C-130 Hercules para misiones de transporte táctico.
Por su parte, las negociaciones para los F-16 han incluido condiciones estrictas de las autoridades estadounidenses, que insisten en un marco de exportación controlado para evitar transferencias no autorizadas. Si se confirma la adquisición adicional de F-35, las entregas se programan para después de 2030, alineadas con la retirada gradual de variantes más antiguas de F-16, como los Block 30 que se desmantelaron recientemente.
Estrategia de cohesión en la Fuerza Aérea Helénica con F-35
Atenas ha expresado que esta estrategia mantiene la integración de la fuerza aérea, evitando inversiones en plataformas que no se integren de manera óptima con los sistemas de mando y control de la OTAN. Los informes indican que el Gobierno griego, a través del Estado Mayor de la Defensa Nacional, ha evaluado escenarios donde los F-35 operan en formaciones mixtas con los Viper y Rafale, lo que proporciona cobertura aérea en regiones clave.
De igual forma, el F-35 funciona como el avión principal para múltiples miembros de la Alianza, lo que facilita ejercicios conjuntos y despliegues compartidos. Las fuentes oficiales destacan que el paquete inicial de 20 F-35 incluye municiones guiadas de precisión y repuestos para un período inicial de operación, con un valor total que abarca los aparatos y también la formación de personal técnico en bases estadounidenses.
En este sentido, el abandono potencial de la actualización de los Block 50 permite la reasignación de esos 900 millones de euros hacia los F-35, cuya producción en serie reduce costos unitarios a medida que más naciones se incorporan al programa. Finalmente, los planificadores militares griegos han señalado que los primeros F-35 se destinan a escuadrones en Andravida, donde las instalaciones se adaptan para albergar hangares climatizados y sistemas de seguridad avanzados, lo que asegura la disponibilidad operativa desde el momento de la entrega.
Esta decisión aparece en un contexto donde la actualización de los F-16, en servicio desde 1997, se proyecta para completarse entre 2031 y 2032, lo que genera una variante que requiere mantenimiento adicional poco después de su implementación. Las conversaciones con Lockheed Martin para elevar los 38 F-16 Block 50 al estándar Block 70 han avanzado de manera intermitente, con una reducción significativa en el costo estimado.