Qatar sostuvo una reunión con la presidenta de la Corte Penal Internacional (CPI), Tomoko Akane, en La Haya, para evaluar medidas legales contra Israel por el ataque efectuado la semana pasada contra líderes de Hamás en territorio qatarí, informó un funcionario del emirato. El encuentro se realizó el miércoles y formó parte de los esfuerzos de Doha para explorar mecanismos jurídicos internacionales sobre este hecho.
El negociador jefe de Qatar, Mohammed al-Khulaifi, encabezó la delegación en La Haya y afirmó en X que la visita integró las labores del equipo designado para estudiar alternativas legales en respuesta al “ataque armado ilegal israelí contra el Estado de Qatar”. El funcionario declaró a la AFP que la reunión buscó examinar “todas las vías jurídicas y diplomáticas disponibles para garantizar la rendición de cuentas de los responsables”.
El ataque israelí dirigido a líderes de Hamás en Qatar causó la muerte de cinco miembros del grupo y de un oficial de la fuerza de seguridad interna qatarí, según la organización. Hamás informó que varios altos funcionarios de su oficina política sobrevivieron. Las autoridades de Israel no emitieron comentarios sobre el saldo específico de la operación.
Los líderes de Hamás se encontraban reunidos en Qatar para tratar un posible acuerdo de rehenes y un alto el fuego con Israel. El ataque provocó reacciones de los estados del Golfo, que mantienen alianzas militares con Estados Unidos. Desde Doha, bloques árabes e islámicos instaron a sus miembros a adoptar “todas las medidas legales y efectivas posibles para impedir que Israel continúe con sus acciones”.
El funcionario qatarí que participó en las conversaciones calificó el ataque de “ilegal” y aseguró que “constituye una grave violación del derecho internacional humanitario”. Aclaró que, como Estado observador, Qatar no puede remitir casos a la CPI, aunque mantiene gestiones con organismos multilaterales para que otras partes actúen.
La CPI emitió en 2024 órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza, entre ellos ataques contra civiles y el uso del hambre como método de guerra. Israel sostiene que busca reducir víctimas no combatientes y acusa a Hamás de utilizar áreas civiles como cobertura militar.
La corte internacional también ordenó la captura de dirigentes de Hamás, varios de los cuales murieron en posteriores operaciones israelíes. la guerra se originó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás asesinó a unas 1.200 personas en Israel, en su mayoría civiles, y secuestró a 251 rehenes. Ese ataque detonó la guerra en Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza, administrado por Hamás, asegura que más de 64.000 personas han muerto o se presume muertas desde el inicio de la guerra, aunque no distingue entre civiles y combatientes y sus cifras no pueden verificarse de manera independiente. Israel afirma haber eliminado a más de 22.000 combatientes en Gaza hasta agosto y a 1.600 terroristas dentro de su territorio el 7 de octubre.
El ejército israelí reporta 465 bajas propias en su ofensiva terrestre en Gaza y en operaciones en la frontera. Entre los muertos se cuentan dos agentes policiales y tres contratistas civiles del Ministerio de Defensa, además de militares en combate.