El grupo británico Massive Attack, originario de Bristol, anunció que se unió al colectivo “No Music for Genocide”. Este grupo, inspirado en “Film Workers for Palestine”, solicita un boicot cultural contra Israel debido a la guerra contra Hamás en Gaza. Massive Attack pidió que sus canciones se eliminen de Spotify por las inversiones del CEO Daniel Ek en una empresa de defensa europea.
“No Music for Genocide” reúne a más de 400 artistas y sellos que bloquearon geográficamente y eliminaron su música de Israel en protesta por la campaña en Gaza. Entre los participantes figuran Primal Scream y Kneecap, aunque la música de estos últimos aún se reproduce en Israel. Un miembro de Kneecap enfrenta cargos de terrorismo por presunto apoyo a Hezbolá.
Massive Attack publicó en Instagram: “Hacemos un llamamiento a todos los músicos para que transfieran su tristeza, ira y contribuciones artísticas en una acción coherente, razonable y vital para poner fin al infierno indescriptible que se inflige a los palestinos hora tras hora”. El grupo citó el boicot cultural a Sudáfrica durante el apartheid como referencia.
Daniel Ek, CEO de Spotify, dirige una empresa de capital privado que invirtió 600 millones de euros ($700 millones) en Helsing, fabricante de inteligencia artificial militar y drones. Helsing afirma que protege valores democráticos y sociedades abiertas. Massive Attack indicó que los fondos de fanáticos y esfuerzos de músicos financian tecnologías letales.
Un portavoz de Spotify declaró a The Guardian que Spotify y Helsing operan de forma separada y que Helsing no participa en Gaza. Helsing confirmó que su tecnología se usa solo en Europa para defenderse de la agresión rusa en Ucrania. AFP solicitó comentarios a Spotify sin respuesta inmediata.
La iniciativa representa una reacción global contra Israel en ámbitos culturales y deportivos por la guerra en Gaza. Massive Attack participó en el concierto “Together for Palestine” en Londres, con artistas como Bastille, Brian Eno, Jamie xx, Benedict Cumberbatch, Florence Pugh y Louis Theroux.
La guerra en Gaza inició tras el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023, cuando murieron 1.200 personas y secuestraron a 251 rehenes. Más de 65.000 personas murieron o se presumen muertas en los combates, según el Ministerio de Salud de Gaza controlado por Hamás, sin verificación independiente ni distinción entre civiles y combatientes.
Israel rechazó acusaciones de crisis humanitaria en Gaza al afirmar que entrega ayuda a civiles. Israel acusó a las Naciones Unidas de retrasos en la distribución y a Hamás de robar suministros.
