El diario libanés Al-Akhbar informa de que Israel ha transmitido recientemente a la Autoridad Palestina las condiciones para que los residentes de los campos de refugiados palestinos en el norte de Judea y Samaria regresen a sus hogares.
Según el informe, las condiciones, aprobadas a través de Estados Unidos, incluyen que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) se retire de los campamentos, que estos cambien de nombre y se conviertan en barrios de Jenín y Tulkarem; en otras palabras, la transferencia de la responsabilidad administrativa a los municipios palestinos.
El informe también afirma que Israel hará controles de seguridad y decidirá quién puede volver a los campamentos.
Desde principios de 2025, las fuerzas israelíes se han estacionado en los campos de refugiados de Jenín y Tulkarem, y a decenas de miles de sus residentes no se les ha permitido volver a sus hogares.
Los campos de refugiados palestinos, establecidos para alojar a los descendientes de los desplazados en 1948, han estado bajo el control de la UNRWA durante mucho tiempo y funcionan como zonas cuasi extraterritoriales que escapan al control de la AP.
Según el informe, la “hoja de ruta” de Israel para el regreso de los desplazados y su retirada de los campamentos incluye: fomentar la confianza entre Israel y la Autoridad Palestina; la restauración por parte de la Autoridad Palestina de la infraestructura bajo el control total de las FDI junto con la presencia de las fuerzas de seguridad palestinas; un compromiso de la Autoridad Palestina con el nuevo diseño de los campamentos concebido por Israel (con carreteras anchas y la prohibición de regresar a las casas destruidas); el establecimiento de un centro de seguridad conjunto en los campamentos; y una promesa de la Autoridad Palestina de reubicar a alrededor del 50% de los residentes fuera de los campamentos.