Un alto funcionario de seguridad iraní insta a los países de la región a que dejen de lado sus diferencias y cooperen de manera estrecha ante lo que denominó “conspiraciones de Israel”.
Ali Larijani, presidente del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, pronunció estas palabras en Beirut, adonde llegó ese mismo día para conmemorar el aniversario del asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a manos de Israel en Líbano.
Irán ha constituido el principal respaldo de Hezbolá durante las últimas cuatro décadas, al proporcionarle armas y fondos que lo transformaron en uno de los grupos terroristas más poderosos de la región.
No obstante, Hezbolá padeció graves pérdidas durante una guerra de catorce meses contra Israel, que finalizó con un alto el fuego mediado por Estados Unidos en noviembre, y en la que muchos de sus comandantes políticos y militares perecieron en ataques israelíes.
“Hoy, en medio de las conspiraciones de Israel, los estados de la región deberían cooperar de manera estrecha e, incluso si existieran desacuerdos entre ellos, dejarlos de lado”, declaró Larijani tras una reunión de casi una hora con Nabih Berri, presidente del Parlamento libanés.
Larijani elogió el llamado del líder de Hezbolá, Naim Qassem, para que Arabia Saudita inicie una nueva etapa tras años de relaciones tensas, y lo calificó como “un paso en la dirección correcta”. Al referirse a Israel, Larijani afirmó que Arabia Saudita y Hezbolá “comparten un enemigo común”.
Ante los informes sobre posibles nuevos ataques israelíes contra Irán, Larijani respondió: “Estamos preparados para afrontar todos los escenarios, pero no creo que los israelíes actúen con esa estupidez”. “Si lo hicieran, sufrirían fuertes represalias”, añadió, sin ofrecer más detalles.
 
			