El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que Hamás cuenta con tres o cuatro días para aprobar su propuesta de paz en Gaza. Añadió que, al rechazarla, el grupo terrorista “pagará con el infierno”. Líderes israelíes y árabes aceptaron el plan, según Trump, quien espera solo la respuesta de Hamás. El grupo recibe presión del mundo árabe para aprobar la iniciativa.
Trump presentó el plan de 20 puntos en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. La propuesta establece la liberación de 48 rehenes en 72 horas, con cerca de 20 vivos. Israel desmilitarizará la Franja de Gaza y la transferirá a un gobierno tecnocrático de transición. Miembros de Hamás que entreguen armas obtendrán amnistía.
A cambio de la liberación de rehenes, Israel excarcelará a 250 prisioneros con cadena perpetua y a 1.700 detenidos de Gaza tras el 7 de octubre, incluidas mujeres y niños. También entregará 15 cadáveres de habitantes de Gaza por cada cuerpo de rehén israelí. Después, llegará ayuda al enclave afectado por la guerra.
El plan inicia desmilitarización, desradicalización y reurbanización en Gaza. Un gobierno de tecnócratas palestinos operará con un consejo asesor internacional que Trump presidirá y que incluirá al exprimer ministro británico Tony Blair. Una fuerza de seguridad internacional temporal reemplazará a las Fuerzas de Defensa de Israel durante su retiro gradual.

La Autoridad Palestina aplicará reformas requeridas hasta cumplir condiciones para una ruta hacia la autodeterminación y un Estado palestino. El plan omite un cronograma específico y lo deja pendiente. Netanyahu aceptó la propuesta y la respaldó ante críticas de la derecha israelí. Aseguró que evitará un Estado palestino y mantendrá tropas en Gaza.
Hamás evalúa el acuerdo y responderá a mediadores el miércoles. Ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Pakistán, Turquía, Qatar y Egipto apoyaron la iniciativa. El jefe de inteligencia turco, Ibrahim Kalin, viajó a Doha para dialogar con Hamás sobre la propuesta, enviado por el presidente Recep Tayyip Erdogan.
La participación de Kalin resalta el rol de mediación de Turquía en dos años, tras reuniones entre Erdogan y Trump. Kalin conversó previamente con líderes de Hamás en su país sobre temas de Gaza. Qatar organizó diálogos con negociadores de Hamás y Turquía para examinar la propuesta.
El primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, indicó que la retirada israelí de Gaza necesita aclaración y debate. Agregó que el fin de la guerra aparece como cláusula clara en el plan. Mencionó que el gobierno futuro de Gaza se discutirá con estadounidenses, sin relación con Israel.

El plan requiere desarrollo en etapas iniciales para proteger derechos palestinos, según Al Thani. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, urgió a las partes a comprometerse con el acuerdo e implementación. Reiteró su demanda de alto el fuego inmediato y permanente.
Grupos terroristas palestinos rechazan el plan. Abu Ali Hassan, del Frente Popular para la Liberación de Palestina, lo describió como receta para gestionar y prolongar la guerra, no para terminarla. El FPLP, organización menor en Gaza, colabora con Hamás durante la guerra. Hassan lo llamó intento de separar Gaza del territorio palestino.
La Yihad Islámica Palestina, que retiene al menos un rehén en Gaza, afirmó que el plan genera más agresiones contra palestinos. Muchos habitantes de Gaza desconfían de la propuesta, que carece de ruta clara hacia un Estado palestino. El gobierno de Netanyahu se opone a esa creación.
La propuesta incluye una junta de paz encabezada por Trump y Blair para supervisar Gaza. Algunos palestinos lo comparan con el Mandato británico sobre Palestina de 1920 a 1948. Umm Mohammed, profesora de historia refugiada en Gaza, declaró a The Associated Press: “Quieren imponer su propia paz. De hecho, este no es un plan de paz. Es un plan de rendición. Nos devuelve a la época del colonialismo”.

Mahmoud Abu Baker, evacuado de Rafah, señaló que la propuesta beneficia a Israel y cumple sus demandas sin concesiones. Dijo: “(La propuesta) dice que nosotros, como palestinos, como árabes, no estamos calificados para gobernarnos a nosotros mismos y que ellos, los blancos, nos gobernarán”. En Judea y Samaria, palestinos criticaron la falta de aporte de Gaza en el plan.
Mohammad Shahin, residente de Nablús, afirmó: “Se convirtió en una broma. Se comportaron como si fueran dueños del mundo entero, decidiendo, analizando y dividiendo las cosas a su antojo”. Israelíes en un monumento al festival de música del 7 de octubre de 2023, donde murieron 364 personas, dudan del fin de la guerra.
Amit Zander, padre de Noa Zander asesinada en el festival, dijo que Trump posee poder para lograr el acuerdo. Declaró: “Todos depositan sus esperanzas en (Trump)… es cosa de Hamás. Israel lo quiere, y más allá de eso, ya no está en nuestras manos”. Adi Nissim, visitante del monumento, expresó: “Definitivamente es un esfuerzo por cambiar algo, pero ha habido esfuerzos durante toda esta guerra y el cambio realmente no ha sucedido, así que creo que todo está en el aire”.
Trump destacó ante periodistas que existe poco espacio para negociaciones. Dijo: “No mucho”. Ante generales y almirantes en Quantico, Virginia, agregó: “Necesitamos una firma, y esa firma pagará caro si no la firman. Espero que firmen por su propio bien y creen algo realmente grandioso”. Trump advirtió que Hamás experimentará un final triste al rechazar el plan.
