Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén han desarrollado un método para producir objetos de vidrio con una impresora 3D que elimina la necesidad de usar adhesivos químicos para unir las capas.
Hasta ahora, la mayoría de los métodos de impresión 3D de vidrio requerían un uso intensivo de aglutinantes que luego debían quemarse en un proceso que con frecuencia provocaba grietas, contracción o pérdida de resolución.
En un estudio publicado recientemente en Materials Today, los científicos Amir Reisinger, Natanel Jarach y el profesor Shlomo Magdassi, del Instituto de Química, describen su innovadora tecnología. El proceso utiliza luz para activar una reacción química en una mezcla de agua, alcohol y sílice soluble, lo que produce un gel. Al calentar el gel, se obtiene vidrio.
El material es compatible con impresoras 3D de procesamiento digital de luz (DLP) estándar y permite fabricar objetos de escala centimétrica con transparencia moderada tras un tratamiento a 250 °C. Esta temperatura es muy inferior a los aproximadamente 1000 °C (1832 °F) habituales en la producción de vidrio.
El vidrio resulta indispensable en aplicaciones que van desde la fibra óptica que transporta el tráfico de Internet hasta los chips microfluídicos utilizados en diagnósticos médicos.
El equipo confía en que su descubrimiento amplíe las posibilidades de la impresión 3D de vidrio para fabricar componentes a medida en campos como la óptica (microlentes, filtros y guías de ondas personalizables), la ingeniería biomédica (dispositivos implantables, andamios y plataformas de laboratorio en un chip) y la microfluídica (canales de vidrio de precisión para pruebas de fármacos e investigación química).
“El vidrio es uno de los materiales más antiguos de la humanidad, pero este enfoque lo adapta al siglo XXI”, afirmó Magdassi. “Al hacer que la impresión 3D de vidrio sea más limpia y versátil, abrimos la puerta a aplicaciones que abarcan todos los aspectos de la vida moderna”.