Recientemente la empresa estadounidense Firehawk Aerospace probó motores de cohete de combustible sólido destinados al misil antitanque FGM-148 Javelin y al sistema MANPADS FIM-92 Stinger; el propelente de esos motores fue impreso en 3D.
Esas pruebas completaron la tercera y última fase de un contrato SBIR con el Army Applications Laboratory (AAL). El contrato también incluyó pruebas de vuelo de un sistema cohete híbrido a principios de este año.
La impresión en 3D de propelentes sólidos aporta múltiples ventajas. La más significativa probablemente sea la drástica reducción del ciclo de producción del motor. Habitualmente, los componentes líquidos del propelente se vierten en el motor y se dejan curar y endurecer, proceso que suele durar entre 15 y 60 días.
Firehawk declaró que, mediante la tecnología de impresión 3D, redujo el ciclo de producción a entre 3 y 6 horas, una aceleración prácticamente revolucionaria para el ámbito operativo. Ello fue posible al emplear termoplásticos especiales como materia prima en lugar de los polímeros termoestables que se utilizan habitualmente.

En el proceso de impresión se calienta la materia prima antes de salir por la boquilla para que adquiera fluidez, y ésta se solidifica casi de inmediato tras la deposición. Surge la pregunta de si el propelente podría inflamarse durante la fase de calentamiento; la compañía afirma haber desarrollado un método para proteger el perclorato de amonio contra la descomposición durante la impresión.
En conjunto, la tecnología podría aumentar de forma significativa las tasas de fabricación de motores sólidos para una amplia gama de cohetes, desde los Javelin y Stinger hasta los GMLRS, que Firehawk ya ha probado, e incluso para proyectiles de artillería asistidos por cohete.
El catálogo de Firehawk incluye motores sólidos convencionales y también diseños híbridos novedosos que integran elementos de propulsión líquida. En un concepto se emplea inicialmente un pequeño motor sólido y se dispone un gran tanque de oxidante para inyectarlo con posterioridad en la cámara de combustión durante la operación. Esa arquitectura permite, potencialmente, un control de empuje más flexible y operación en múltiples modos.
La empresa recaudó recientemente $60 millones del fondo de tecnología de defensa Presto Tech Horizons. La inversión tiene por objetivo reforzar la capacidad de Europa para producir componentes críticos de la cadena de suministro de municiones.
