Egipto informó que una pintura faraónica en piedra caliza ha desaparecido de la famosa necrópolis de Saqqara, convirtiéndose en el último artefacto en desaparecer en un país conocido por su rica y prolongada historia.
La pintura se encontraba en la tumba de Khentika, en la necrópolis de Saqqara, en las afueras de El Cairo, según Mohamed Ismail, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades. La tumba fue descubierta en la década de 1950 y no se había abierto desde 2019.
Los fiscales investigan las circunstancias de la desaparición de la pintura, sin ofrecer más detalles, añadió.
De acuerdo con los medios egipcios, la pintura mostraba el antiguo calendario egipcio. Incluía la temporada de inundaciones, Akhet; la temporada de siembra, Proyat; y la temporada de cosecha, Shomu.
La tumba data de la sexta dinastía del Antiguo Reino, aproximadamente entre el 2700 a.C. y el 2200 a.C.
El medio Cairo 24 informó que una misión británica que trabajaba en la tumba descubrió que la pintura había desaparecido en mayo.
La tumba es una de las pocas en el antiguo Egipto que presenta una maldición inscrita en su fachada, advirtiendo a los intrusos que podrían enfrentar el castigo divino, según el egiptólogo británico Harry James, coautor de un estudio sobre la tumba en la década de 1950.
El sitio de Saqqara forma parte de una necrópolis en expansión en la antigua capital de Egipto, Menfis, que incluye las famosas pirámides de Giza, la pirámide escalonada de Djoser, así como pirámides menores en Abu Sir, Dahshur y Abu Ruwaysh.
El anuncio del domingo se produce menos de un mes después de que un brazalete de un antiguo faraón fuera robado del Museo Egipcio de El Cairo y fundido por su oro.