El primer ministro Benjamin Netanyahu continúa criticando a los analistas y periodistas que afirmaron que no era posible recuperar al resto de los rehenes sin ceder ante la principal exigencia de Hamás: que las FDI se retiren por completo de la Franja, incluso de la zona de amortiguamiento y del corredor Filadelfia, así como de las áreas estratégicas, con todas sus implicaciones.
Asegura que sabía que, si las FDI ingresaban en el último bastión importante de Hamás, la ciudad de Gaza, el grupo intentaría preservar su control.
Netanyahu añade que comprendía que, al sumarse una fuerte presión diplomática de “nuestro gran amigo, el presidente Trump”, esa poderosa combinación llevaría a Hamás a liberar a todos los rehenes, mientras las FDI permanecerían dentro de la Franja y conservarían todas las posiciones clave.
Promete que, en las etapas siguientes, Hamás quedará desarmado y Gaza será desmilitarizada.
Netanyahu advierte a Hamás sobre un posible retorno a la guerra: “Si esto puede lograrse por la vía fácil, excelente. De lo contrario, se logrará por la más difícil”.
