Las fuerzas de seguridad de la prisión de Ofer en Judea y Samaria planean liberar a 250 convictos terroristas palestinos mientras Hamás entrega los rehenes vivos restantes y prepara la entrega de los cuerpos de algunos de los rehenes muertos. Los detenidos serán trasladados a Judea y Samaria a través del puesto de control de Beitunia, cercano a Ramallah, tras cumplir condenas por ataques mortales.
Carteles en las paredes exteriores del centro de detención indican: “El que amenaza con una inundación se ahoga y es aniquilado”, en referencia a “la inundación de Al Aqsa”, denominación de Hamás para la masacre del 7 de octubre de 2023. Además de los convictos de Ofer, otros 1.718 detenidos de Gaza arrestados durante la guerra serán liberados desde la prisión de Ketziot, en el sur de Israel.
Siete prisioneros del Este de Jerusalén regresarán a sus hogares escoltados por la policía, según reportes de medios palestinos. Otros siete residentes del Este de Jerusalén serán deportados al extranjero. Las familias de los convictos fueron citadas esta mañana en la sede policial del Complejo Ruso en Jerusalén y se les advirtió que no celebraran la liberación de sus parientes.