Eitan Horn y Nimrod Cohen, liberados del cautiverio en Gaza, recibieron el alta médica del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv el jueves. Al salir del hospital, conocido como Ichilov, se dirigieron a sus ciudades natales en el centro de Israel. Multitudes de simpatizantes se reunieron en las calles para recibirlos.
Horn regresó a Kfar Saba, donde una multitud lo rodeó y coreó su nombre mientras él permanecía en un automóvil detenido. Las imágenes del Canal 12 capturaron el momento. Horn, con una bandera israelí, repitió ante reporteros: “No tengo palabras”.
“No tengo palabras para agradecer a todo el pueblo de Israel”, dijo Horn. “Es solo por la gente”. “Es increíble”, agregó. “He esperado este momento desde el 7 de octubre”. Posteriormente, Horn saludó a partidarios desde la ventana de su casa.
Tras pasar más de 2 años secuestrado, el israelí – argentino Eitan Horn fue liberado y ya fue dado de alta del hospital.
— Israel en Español (@IsraelinSpanish) October 16, 2025
Así fue recibido en la ciudad donde vive, en el centro de Israel
Bienvenido a casa Eitan 🇮🇱
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La casa de Horn exhibió una pancarta que exigió la liberación de él y su hermano, secuestrado también y liberado en un alto el fuego previo. El municipio de Rehovot solicitó a residentes que recibieran a Cohen con abrazos, amor y banderas israelíes.
Imágenes mostraron a Cohen con una bandera israelí mientras saludaba desde un automóvil que avanzaba despacio. Simpatizantes gritaron “¡Bienvenido!”. El municipio reemplazó pancartas previas, que pedían la liberación de Cohen, por nuevas que decían “Nimrod, es tan bueno que hayas vuelto a casa”.
Ambos hombres, secuestrados en el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, obtuvieron la libertad el lunes junto a otros 18 rehenes en un alto el fuego en Gaza. Todos acudieron a hospitales en el centro de Israel para exámenes médicos y tratamiento.
Horn y Cohen continuarán con atención médica. Profesionales de la salud, que trataron a rehenes previamente, indicaron que efectos de dos años en cautiverio de Hamás, con golpes, hambre y tortura reportados por rehenes, emergen con retraso.
“Hacemos un llamado al público y a los medios de comunicación para que continúen respetando la privacidad de las familias durante estos días delicados”, dijo el hospital en un comunicado. “En Ichilov esperamos el rápido regreso de todos los rehenes, hasta el último rehén”.
Los cuerpos de 19 rehenes muertos permanecen en Gaza. Familias de otros rehenes liberados expresaron alivio ante la noticia. Kobi Ohel, padre de Alon Ohel, publicó en Facebook: “Hoy finalmente puedo respirar. Aloni regresó a casa”.
“No hay palabras que puedan describir este momento. El primer abrazo, el primer aliento juntos, el silencio que viene después de tanto ruido interno. Es un milagro. Es una gran luz después de una oscuridad sin fin”, escribió Kobi Ohel sobre su hijo.
Familiares de cautivos describieron atrocidades sufridas y desafíos posteriores al regreso. El Canal 12 reportó que Yosef-Haim Ohana persuadió a captores para evitar su muerte varias veces. “Tuve que convencer a mis captores a través de un razonamiento lógico de por qué no valía la pena que me mataran”, compartió con su familia.
“Me encontré a segundos de tener una bala en la cabeza varias veces”, dijo Yosef-Haim Ohana. Según su padre, el rabino Avi Ohana, el hijo aprendió árabe en cautiverio y argumentó su valor vivo ante captores. También minimizó su posición en las FDI.
“Espera un segundo, antes de disparar, ¿qué obtendrás de eso?”, decía Yosef-Haim a captores, explicó el rabino en entrevista con Canal 12. “El Estado de Israel te dará mucho por mí, obtendrás mucho, soy tu escudo humano”.
Julie, madre de Bar Kuperstein, indicó que su hijo no come como antes. “Todos los días habla y comparte”, dijo a Ynet. “Apenas duerme porque no quiere perderse nada”. “No está comiendo normalmente, solo se le permite una pequeña cantidad”, agregó, por secuelas de hambre en Gaza.
Bar Kuperstein mantuvo esperanza en cautiverio, según su madre. “Me escuchó hablar en la radio, en su cumpleaños, lo que le dio fuerzas. Me dijo: ‘Mamá, sabía que tenías fe y eso me mantendría en marcha’”.