Moshe Adar, padre de Tamir, elogió a su hijo durante el funeral, expresando: “Finalmente has vuelto a casa, al lugar donde naciste, donde creciste, donde construiste tu familia. Al lugar por el que luchaste con supremo coraje, hasta que no pudiste luchar más”. Tamir Adar fue asesinado mientras defendía el kibutz Nir Oz el 7 de octubre de 2023. Su cuerpo permaneció retenido en Gaza y retornó a Israel esta semana.
Durante la ceremonia, Moshe recordó que ambos habían servido en el escuadrón de defensa del kibutz durante años, y mencionó que, durante su formación, siempre les habían instruido a resistir cualquier incidente hasta la llegada del ejército. “Pero el ejército no vino”, expresó. “Lo siento, Tamiri, que un poco antes dejé el escuadrón de seguridad y no estuve allí contigo cuando me necesitaste. Lo siento”.
Moshe también compartió su nostalgia por los encuentros improvisados con Tamir en los campos del kibutz al mediodía. Señaló que muchos extrañan a Tamir y que su presencia sigue viva entre quienes lo conocieron. Destacó que sus hijos, Neta y Asaf, son “increíbles y especiales”, y que Hadas, su viuda, los cría de manera excelente.
Roni Adar, hermana de Tamir, afirmó que ahora puede honrar a su hermano porque finalmente regresó y descansa en el suelo que amó, enterrado junto a su mejor amigo. Agradeció los 23 años de vida compartida, así como el apoyo y la guía de Tamir, y expresó: “Lamento que nadie haya venido a ayudarte. Lamento que estuvieras allí tantas horas, solo, con solo unos pocos amigos. Lamento que hayas visto lo que pasó en el kibutz”.
Nir Adar, hermano de Tamir, inició su discurso con sentimientos de culpa y vergüenza por tener que enterrar a su hermano mientras la “noble familia Goldin” y otras 12 familias continúan esperando los cuerpos de sus seres queridos, incluido Hadar Goldin, teniente de la Brigada Givati asesinado en agosto de 2014 y retenido por Hamás en Gaza.
“Incluso en este momento sagrado, seguimos experimentando este terrible terror, con todas sus muchas caras”, afirmó. “Lo juro: no descansaré y no guardaré silencio hasta que se devuelva el último rehén, porque sé lo que se siente ser abandonado, ser dejado atrás, ser olvidado. Y por lo que estamos luchando aquí es algo mucho más grande”.
Durante su intervención, Nir leyó en voz alta los nombres de los 13 rehenes cuyos cuerpos permanecen cautivos en Gaza bajo control de Hamás.
