El contrato adjudicado a Boeing para desarrollar el F-47 busca reemplazar al F-22 Raptor con un avión de sexta generación que combine sigilo, potencia y control aéreo avanzado.
Boeing desarrolla el F-47 como sucesor directo del F-22 Raptor
La Fuerza Aérea de Estados Unidos adjudicó el 21 de marzo de 2025 un contrato a Boeing para desarrollar el F-47, un avión de combate de sexta generación destinado a sustituir al F-22 Raptor. El acto se realizó en la Casa Blanca bajo la presidencia de Donald Trump, donde se presentaron imágenes que mostraron su capacidad para operar con aviones no tripulados y mantener el control aéreo.
El contrato, valorado en $20.000 millones en su fase inicial, asigna a Boeing la tarea de integrar y probar los componentes del F-47, con opción para una producción limitada de aviones de prueba. La elección de Boeing sobre Lockheed Martin se basó en su experiencia con los F-15 y F/A-18. El programa NGAD, iniciado en 2014, avanza con este desarrollo estratégico.
Boeing amplió sus instalaciones en San Luis, Misuri, para respaldar la fabricación del F-47. En esas instalaciones se ensambla el primer prototipo, con la meta de realizar el vuelo inaugural en 2028. Este objetivo busca completarse antes del fin del mandato presidencial actual, que concluye en enero de 2029, según el cronograma oficial del Departamento de Defensa.
Las imágenes divulgadas mostraron un fuselaje achatado con nariz triangular, cabina de burbuja reflectante y alas con ángulo diédrico ascendente. Estas características aumentan la estabilidad lateral, aunque reducen ligeramente la agilidad. Los canards instalados cerca de la nariz mejoran el control vertical y la sustentación. El diseño sin cola tradicional minimiza el peso y la resistencia aerodinámica.

Características estructurales destacadas del nuevo avión
- Fuselaje achatado con nariz triangular y cabina reflectante.
- Alas con ángulo diédrico ascendente que mejoran estabilidad.
- Canards frontales que refuerzan el control y la sustentación.
- Diseño sin cola tradicional para reducir resistencia y peso.
- Imágenes alteradas deliberadamente por seguridad militar.
El F-47 supera velocidades Mach 2 con alcance operativo ampliado
El F-47 alcanza velocidades superiores a Mach 2, equivalentes a más de 2.400 kilómetros por hora. Su radio de combate excede los 1.850 kilómetros, un aumento del 25 por ciento respecto a cazas actuales. Esta mejora amplía las operaciones sin depender tanto del reabastecimiento en vuelo, lo que optimiza la autonomía y la proyección de fuerza en regiones extensas.
El avión emplea motores de ciclo adaptativo desarrollados por Pratt & Whitney y General Electric, capaces de ajustar el flujo de aire durante el vuelo. Esta adaptación permite alternar entre modos de eficiencia en combustible y alto rendimiento. Los motores generan mayor electricidad para radares avanzados y sistemas de refrigeración interna que reducen la firma infrarroja.
El diseño integra sigilo de banda ancha que disminuye tanto la sección transversal radar como las emisiones térmicas. Las salidas de escape con bordes dentados y los compartimentos internos para armamento evitan reflejos radar. Estas medidas fortalecen la invisibilidad ante radares enemigos y mantienen la ventaja táctica en escenarios de combate avanzado.

Las capacidades del F-47 refuerzan la estrategia de dominio aéreo estadounidense al combinar rendimiento supersónico, autonomía extendida y sigilo integral. El programa se enmarca en la modernización de la flota de combate, que busca sostener la superioridad tecnológica frente a potencias emergentes con aviones de diseño sigiloso y sensores avanzados.
El F-47 integrará control de drones y guerra espectral avanzada
El F-47 incorpora un ecosistema de guerra espectral basado en sensores, redes de comunicación y gestión de batalla. Este sistema permite coordinar drones como los YFQ-42 de General Atomics y los YFQ-44 de Anduril. Estas aeronaves actúan como extensiones armadas para transportar misiles, atraer fuego enemigo o realizar misiones de vigilancia electrónica.
La arquitectura abierta del F-47 facilita actualizaciones rápidas de software, sensores y equipos de misión sin rediseñar su estructura. Esta capacidad incrementa la adaptabilidad ante amenazas emergentes. La Fuerza Aérea proyecta adquirir al menos 185 unidades, un número similar a la flota de F-22, con un costo operativo inferior a los $140 millones por unidad.
El precio total, que incluye desarrollo y producción, podría alcanzar los $300 millones por avión, según estimaciones del Pentágono. Este monto se distribuirá en una producción más amplia para optimizar costos. La estrategia busca equilibrar inversión y volumen, lo que garantiza sostenibilidad presupuestaria mientras se fortalece la capacidad disuasoria nacional.

La integración de inteligencia artificial y control remoto coloca al F-47 como un núcleo operativo de combate colaborativo. Esta evolución apunta a un modelo en que aeronaves tripuladas y no tripuladas operan bajo un mismo sistema de mando, con intercambio dinámico de información en tiempo real para maximizar la eficacia en misiones complejas.
Prototipos, mantenimiento y contexto estratégico del programa NGAD
El desarrollo del F-47 deriva de prototipos experimentales que acumularon cientos de horas de vuelo durante los últimos cinco años. Estas pruebas permitieron validar conceptos avanzados en laboratorios y campañas aéreas, acelerando la transición hacia la fase de producción. La experiencia contrasta con el F-22, cuyo proceso de desarrollo fue más prolongado.
El nuevo modelo incorpora mejoras de mantenimiento basadas en los F-22 y F-35. Incluye tratamientos de superficie de baja observabilidad más resistentes y decisiones de diseño que reducen la dependencia del equipo terrestre. Estas medidas buscan aumentar la disponibilidad operativa y disminuir los costos de mantenimiento a largo plazo en entornos de despliegue intensivo.
El F-47 se integra en la familia de sistemas NGAD, junto a motores, armamento y redes diseñadas para contrarrestar los avances de potencias como China. El general David Allvin declaró que el programa prioriza la integración de capacidades sobre las plataformas aisladas. Este enfoque refuerza el control aéreo en conflictos de alta intensidad.

El Pentágono destinó $3.500 millones del presupuesto fiscal 2026 al programa NGAD y a la modernización de bombarderos B-52. Boeing también compite en un contrato similar de la Armada para el F/A-XX, que comparte características de sigilo y control de drones. Ambos desarrollos consolidan la transición hacia una nueva generación de aviación militar.
Boeing fortalece su posición con la adjudicación del programa F-47
La adjudicación a Boeing representa un impulso a su división de defensa tras inversiones sustanciales en producción de sexta generación. La empresa consolidó su capacidad industrial y tecnológica para cumplir los plazos del contrato y reforzar su papel en el sector de defensa estadounidense ante programas internacionales similares en desarrollo.
Durante la presentación, el presidente Trump afirmó que el F-47 refuerza la capacidad disuasoria de Estados Unidos al ser virtualmente indetectable y letal en escenarios globales. La declaración destacó el valor estratégico del programa, considerado clave para mantener la superioridad aérea en la próxima década frente a adversarios tecnológicos.

El Departamento de Defensa mantiene bajo clasificación los detalles técnicos del F-47 conforme a las normativas de seguridad nacional y exportación. Esta reserva busca preservar ventajas tecnológicas críticas y evitar filtraciones que pudieran comprometer capacidades operativas. La confidencialidad se considera esencial para la defensa estratégica estadounidense.
El programa F-47 simboliza la evolución del poder aéreo de Estados Unidos. Combina innovación tecnológica, eficiencia industrial y planificación estratégica en un esfuerzo coordinado para garantizar la supremacía en el combate aéreo global frente a competidores que avanzan en sus propios desarrollos de sexta generación.
